Aparezco en el recinto para la prueba de sonido que acabamos sin demora. Estoy nerviosa. Estos días me he dedicado prácticamente al completo a ensayar con Rubén. La banda no ha escuchado nuestra nueva versión de aprendiz, tan solo les hemos comunicado que estaremos únicamente él y yo en el escenario.
Rosa me ha puesto malas caras por la decisión de cambiar algo que según ella funcionaba a la perfección, y no ha puesto más trabas porque no se lo he permitido, pero ganas de hacerlo no le faltan y su actitud hoy lo demuestra.
Puede que musicalmente el show no necesitara cambios, pero desde que he tenido la idea que sé que yo no estaría a gusto cantando aprendiz como antes y eso hace que deje de ser un concierto dinámico y perfecto como ella reclama.
+ Hola.
Martín se cruza por delante de mí cuando busco refugiarme en mi camerino.
+ Te he echado de menos.
No nos hemos visto desde aquella mañana que me dejó en casa después de ver juntos el amanecer.
+ Pero que cara me traes. ¿Ha pasado algo?
- No.
Niego sin más explicaciones y continuo en dirección a mi destino.
+ Malú, ¿puedo pasar?
Me sigue y da unos golpecitos a la puerta antes de que yo alcance a cerrarla.
- Necesito estar sola.
+ ¿Qué pasa, mi niña?
Pregunta dulcemente, pero con gesto preocupado, ignorando mi respuesta.
- Estoy ataca'.
Cierra la puerta apoyando su espalda en ella y escucho el pestillo.
+ Ven aquí.
Me refugia entre sus brazos.
+ ¿Por qué?
Ya me ha visto en otros conciertos, siempre me pongo nerviosa antes de salir a cantar, pero con el cambio que hemos hecho y el poco tiempo que le dedicamos a ensayar hace que me sienta insegura.
+ Lo vas a petar.
Murmura en mi oído haciéndome sentir un poquito más tranquila. Luego deposita un beso protector en mi cabeza. Nuestra diferencia de estatura hace que caiga allí.
+ Voy a hacer una pequeña trampa.
Anuncia tirando de mi hasta el sofá de cuero oscuro que hay aquí, sentándose en una punta y colocándome muy cerquita suyo, apoyada en su torso.
- ¿Cuál?
No sé si son sus maneras, su voz o su tacto, pero mi cuerpo se estremece.
+ Voy a ayudarte a que te relajes un poquito.
Besa mi pelo, por detrás de mi oreja, mientras que le hace sitio a su mano por el elástico de mis mallas y sobresaltándome al no esperar sus dedos intrusos en mi intimidad.
+ Si quieres que pare me lo dices.
Me habla bajito, acariciando mis pliegues y notando mi sorpresa.
- Dijiste que no ibas a follarme.
No necesito subir la voz. Estamos muy cerquita.
+ Voy a hacerte el amor.
Sus dedos se entretienen en mi clítoris.
+ Pero solo con la mano.