Capítulo 128

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Aparezco en el recinto para la prueba de sonido que acabamos sin demora. Estoy nerviosa. Estos días me he dedicado prácticamente al completo a ensayar con Rubén. La banda no ha escuchado nuestra nueva versión de aprendiz, tan solo les hemos comunicado que estaremos únicamente él y yo en el escenario.

Rosa me ha puesto malas caras por la decisión de cambiar algo que según ella funcionaba a la perfección, y no ha puesto más trabas porque no se lo he permitido, pero ganas de hacerlo no le faltan y su actitud hoy lo demuestra.

Puede que musicalmente el show no necesitara cambios, pero desde que he tenido la idea que sé que yo no estaría a gusto cantando aprendiz como antes y eso hace que deje de ser un concierto dinámico y perfecto como ella reclama.

+ Hola.

Martín se cruza por delante de mí cuando busco refugiarme en mi camerino.

+ Te he echado de menos.

No nos hemos visto desde aquella mañana que me dejó en casa después de ver juntos el amanecer.

+ Pero que cara me traes. ¿Ha pasado algo?

- No.

Niego sin más explicaciones y continuo en dirección a mi destino.

+ Malú, ¿puedo pasar?

Me sigue y da unos golpecitos a la puerta antes de que yo alcance a cerrarla.

- Necesito estar sola.

+ ¿Qué pasa, mi niña?

Pregunta dulcemente, pero con gesto preocupado, ignorando mi respuesta.

- Estoy ataca'.

Cierra la puerta apoyando su espalda en ella y escucho el pestillo.

+ Ven aquí.

Me refugia entre sus brazos.

+ ¿Por qué?

Ya me ha visto en otros conciertos, siempre me pongo nerviosa antes de salir a cantar, pero con el cambio que hemos hecho y el poco tiempo que le dedicamos a ensayar hace que me sienta insegura.

+ Lo vas a petar.

Murmura en mi oído haciéndome sentir un poquito más tranquila. Luego deposita un beso protector en mi cabeza. Nuestra diferencia de estatura hace que caiga allí.

+ Voy a hacer una pequeña trampa.

Anuncia tirando de mi hasta el sofá de cuero oscuro que hay aquí, sentándose en una punta y colocándome muy cerquita suyo, apoyada en su torso.

- ¿Cuál?

No sé si son sus maneras, su voz o su tacto, pero mi cuerpo se estremece.

+ Voy a ayudarte a que te relajes un poquito.

Besa mi pelo, por detrás de mi oreja, mientras que le hace sitio a su mano por el elástico de mis mallas y sobresaltándome al no esperar sus dedos intrusos en mi intimidad.

+ Si quieres que pare me lo dices.

Me habla bajito, acariciando mis pliegues y notando mi sorpresa.

- Dijiste que no ibas a follarme.

No necesito subir la voz. Estamos muy cerquita.

+ Voy a hacerte el amor.

Sus dedos se entretienen en mi clítoris.

+ Pero solo con la mano.

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