Capítulo 196

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Unos días después.

P: Malú, hija, estás desaparecida.

Protesta mi madre al teléfono. Casi siempre la llamo antes de dormir. Me gusta saludarla y saber como le ha ido el día.

- Yo también te echo de menos, mamá.

P: ¿Qué tal ha ido la entrevista de hoy?

He hecho una twitcam con mi gente.

- No era una entrevista.

Le recuerdo risueña. Intenté explicarle varias veces de que va, pero insiste en que es demasiada tecnología para que lo pueda entender.

P: Bueno, la entrevista esa con los fans.

Se corrige enterneciéndome.

- Bien. No ha faltado el listillo que hace preguntas impertinentes, pero ha sido divertido.

P: ¿Pero como va a entrevistarte cualquier insensato?

Se me escapa una carcajada.

- No me entrevistan, mami.

Vuelvo a explicarle.

- Ellos escriben preguntas y yo contesto a lo que alcanzo a leer.

P: Estas cosas raras que hacéis los jóvenes.

Creo que sigue sin pillarlo.

P: Mejor cuéntame, ¿Cómo te va con Martín?

- Bien.

Sonrío como una tonta al hablar de él.

P: A ver cuando os venís a casa, que ya va siendo hora, Malú.

- Vale.

Accedo. Ya estuvimos juntos allí en mi cumpleaños por lo que frente a ella no hace falta ocultarnos, ademas se han visto varias veces en los recintos y mi madre lo aprueba desde el primer momento.

- Déjame hablar con él.

Tampoco voy a obligarle, y puede que ir solos a la casa de su suegra le de corte.

P: Tu avísame que yo preparo un puchero y la tortilla de patatas que tanto te gusta.

- Gracias, mami.

P: Y tendrás que decirme que come él.

- Lo que sea, mamá.

Jamás le he visto negarse al algún plato, y estoy segura que la mano de mi madre va a conquistarlo.

P: Venga niña, que me hace ilusión teneros aquí. No voy a consentirte solo a ti, si el invitado es él.

Me sermonea con el tono de voz.

- En serio, mamá. Lo que cocines le gustará.

...

..

- Hola.

Me monto en su coche. Hace un par de días, después de cortar con la Pepi le he comentado sobre su invitación y no ha dudado en aceptar. Hoy acabamos pronto de currar, por lo que cenaremos allí.

- ¿Nervioso?

Pregunto dejando un pico en sus labios.

+ Un poco.

Confiesa con una sonrisa torcida.

- Ya la tienes ganada.

Confieso entrelazando nuestras manos por sobre su pierna.

Hacemos el trayecto contándonos varias cosas, tarareando las canciones que más nos gustan de la radio y en silencios cómodos.

- Es aquí.

Anuncio. Solo ha venido una vez y no conducía él.

+ Vamos al lío.

Se ríe nervioso.

- Mucha mierda.

Le sigo el rollo divertida, dejando un beso en sus labios y quedándome con ganas de más.

- Mamá, ya estamos aquí.

Uso mi juego de llaves para entrar.

P: Niños.

Viene a recibirnos.

+ Hola Pepi.

Le da dos besos y yo me parto cuando mi madre los remplaza por un abrazo que podría recolocarle todas las vertebras.

- Que yo también existo, ¿eh?

Reclamo su atención.

P: A ti te tengo muy vista.

Se burla achuchándome entre sus brazos.

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