• ¿Cómo sabes tú lo de Pepe?
Me pregunta alterado.
+ Estoy haciendo mi trabajo, Sebastián.
Miento. No voy a decirle que Malú acaba de enterarse y lo está pasando fatal.
+ Me pediste que investigara a Malú, y lo estoy haciendo.
• ¿Ella lo sabe?
+ No lo sé.
No pienso exponerla. La que merece enterarse de todos los detalles es ella, aunque haga creer a Sebastián que le estoy ayudando a él.
+ Pero necesito que me lo cuentes, Sebas.
Le inspiro confianza.
• Mis padres se empeñaron desde un principio en que la dejara.
Relata.
• Pero supongo que en algún lugar de sus inexistentes corazones albergaban la esperanza de que lo haría con el paso del tiempo.
+ ¿Cómo lograron convencerte?
• Negociaron con Pepe.
Intuyo que la verdad está al alcance de mis dedos y no sé cómo voy a contársela a Malú.
• Él les cedió los datos de todos los productores y personas de peso en la industria musical a cambio de dinero. Ellos tampoco me querían a mi, y la oferta de mis padres fue demasiado tentadora para un artista que no tenía con que alimentar a su familia.
+ Y entonces...
Adivino el desarrollo de la historia, pero me limito a que su boca lo confirme.
• Mis padres no tenían escrúpulos. Tú les conociste.
Suelto una bocanada de aire y me paso las manos por el pelo dándole la razón. Siempre conseguían lo que se proponían y Sebastián padeció de ellos y sus formas continuamente, hasta heredarlas.
+ ¿Qué hicieron, Sebas?
• Fue simple. O la dejaba, o hundirían su carrera, la de Pepe y sabe Dios si planeaban llevarse el esfuerzo de alguien más por delante.
+ Pero nunca volviste a buscarla.
• La quería, Mateo.
Suspira nostálgico.
• No podía permitir que mis padres destruyan su carrera.
Se justifica.
• Malú adoraba cantar y luchaba cada día por ganarse lo que estaba consiguiendo.
Me cuenta. Lo sigue haciendo.
• ¿Sabes lo fácil que hubiese sido para ellos dejar una limosna a cada productor para que sus canciones jamás pudieran ver la luz?
Parece reprochármelo a mi.
• ¿O a cada radio, para que sus canciones nunca volvieran a sonar?... si volvía a por ella iba a destruirla, y la quise demasiado para hacerle algo así.
Confiesa.
+ Pero te escribió contándote lo del embarazo.
• Sabes que mi madre se hizo con aquella carta.
Me recuerda lleno de rencor.
• Me llevo horas reconstruirla, recogiendo pedacitos de la basura.
+ Pero lo hiciste, y no volviste a por ella.
• Mamá me descubrió, y me convenció de que me estaba manipulando para recuperarme. Que se lo había inventado para pedirme dinero.
+ ¿Le creíste?
• No.
+ Pero hace solo unos meses me mandaste a investigarla...
La historia no termina de cerrar.
• Mi madre sabia que no iba a creerle, y llamó a Pepe.
+ Joder.
Me quejo. Es difícil de aceptar el daño que los padres pueden hacerle a sus propios hijos.
• Yo mismo hablé con él, y me negó la existencia de aquel embarazo.
+ ¿Qué cambió ahora?
• Mi padre me pidió perdón antes de morir.
Resopla.
• Al parecer en su lecho de muerte le ganó la culpa, y me confesó que volvieron a pagarle a aquel desgraciado para que me convenciera de que ella nunca estuvo embarazada.