Capítulo 186

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+ Está todo.

Me levanto para salir de aquella sala de reuniones y encontrar a Malú. Me juego la vida que se ha encerrado en el baño a llorar.

+ Malú.

La llamo. Abre la puerta y aparece con su ropa.

- No digas nada.

Suplica. Sus ojos están enrojecidos y sale decidida en busca de un nuevo atuendo que probarse.

+ Ven aquí.

Tiro de ella y vuelvo a meterla en el servicio, conmigo dentro.

+ No escuches a Rosa.

Suplico.

+ Estás guapísima.

Prometo.

- Martín, tengo prisa.

Se escaquea, refugiándose en su personaje fuerte e impenetrable.

- Tengo dos horas para encontrar que ponerme y estar lista frente a las cámaras.

+ Ya.

Me rehuso a dejarla salir.

+ Y yo te estoy pidiendo solo cinco minutos.

Resopla.

- Te escucho.

Mira su reloj tras mi silencio en busca de las palabras adecuadas.

- Te quedan cuatro.

Suspiro dando la situación por perdida. No habrá como hacerla entrar en razón ahora, por lo que simplemente atrapo su cara entre mis manos y la beso.

+ Te quiero.

Prometo sin separarme de ella. Apoyando mi frente en la suya y milagrosamente siento como se destensa, cruzando sus brazos por mi torso.

+ ¿Puedo proponerte algo?

Accede a oírme con un ligero movimiento de cabeza.

+ Deja toda esta mierda aquí.

Recomiendo.

+ Te llevo a tu casa, elige ropa que te haga sentir cómoda y segura frente a las cámaras.

Apuesto que dentro de ese ropero del tamaño de una habitación encontrará algo que cumpla con sus requerimientos.

+ Le pides a Soledad que te encuentre allí para maquillarte, y yo mismo te llevo a tiempo al hormiguero.

Duda por unos segundos.

- ¿De verdad harías eso por mí?

+ Solo si me prometes que no vas a permitir que Rosa te haga daño.

- Ella no quiere hacerme daño.

La defiende como siempre. No hay peor ciego que el que no quiere ver.

- Pero joder, es la única que me dice la verdad.

Un puchero acecha, pero ella es más fuerte y no se permite romperse, manteniendo la compostura.

+ La única verdad es que esa mujer tiene veneno en la lengua.

Espeto disgustado.

+ Reinona.

Apelo al mote cariñoso que tanto le gusta.

+ Estás guapa a rabiar, querías perder peso y lo estás haciendo, tienes una carrera implacable que solo va a mejor y es producto de tu talento y tu esfuerzo, no por...

- Llévame a casa.

Me interrumpe y sonrío triunfal.

+ Esa es mi chica.

Le doy un pico fugaz y volvemos a por nuestras cosas.

- Me llevo esto.

Anuncia cogiendo las prendas de los shows.

R: ¿A dónde vas?

- A cambiarme a casa.

Recoge su bolso y un par de cosas.

R: Malú, Manuel viene a recogerte aquí.

La persigue.

- No hace falta. Martín va a llevarme.

Zanja dando pasos apresurados rumbo al coche y dejando a Rosa con la palabra en la boca.

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