Narra Malú
- Buenos días.
Sonrío abriendo la puerta para que pase. Las perras le olfatean moviendo el rabo encantadas con su presencia.
+ ¿Qué tal?
Me cede una bandeja que contiene nuestro desayuno y parece incómodo. No sabe si besarme o hacer como que no ha pasado nada entre nosotros.
- Huele que alimenta.
Meto morro entre el papel que la envuelve y luego me pongo de puntillas para darle un pico que le sorprende y a la par recibe gustoso. Vuelve a quitarme la bandeja para apoyarla en el recibidor y luego atrapar mi cintura con sus manos, dejándome en la posición perfecta para que mis brazos rodeen su cuello y me besa con más ganas.
+ Estos si que son buenos días.
- Ven aquí, tonto.
Tiro de él hasta la cocina.
- Preparo café y mejor desayunamos que luego me lías...
Pongo la cafetera.
- Además todavía no me has contado por qué no te apetece ir a Toledo a pasar la nochebuena.
Reflexiono un par de segundos.
- Ni con quien vas a pasarla.
+ Demasiadas preguntas tienes tú, ¿no crees?
- Soy una mujer curiosa.
Admito.
+ Cotilla.
- ¡No!
Me echo a reír.
Narra Mateo
- Anda, que pareces estar ocultando algo.
Dice con la misma naturalidad y gracia con la que suele hablar, pero yo no puedo hacer más que obligarme a sonreír falsamente.
+ Que tonta eres.
- Bueno, yo esta noche la paso con mi familia.
Me cuenta respetando mi silencio.
- No te haces una idea de la que se monta en casa de mi madre.
+ Un tablao.
- Pues sí.
Sonríe ilusionada. A ella si que le gustan estas fechas. Es evidente.
+ Mi hermana vive en Toledo.
Decido contarle la verdad.
+ No tenemos la mejor relación del mundo.
Soy sincero.
+ Pero tampoco nos llevamos mal, y considerando que llevo años sin hablar con mis padres, que mi hermano está ingresado en una clínica de rehabilitación.
Omito que en Miami, haciéndola creer que también está en el país.
+ Y que mis abuelos ya no están.
Bebo de la taza humeante.
+ Es la única familia con la paso las fiestas.
No voy a mencionar a Eva. Pero no hay duda que para la niña lo mejor es estar con gente. La novia de Elena nos ha invitado a pasar la noche a todos con su familia y a Eva le vendrá bien jugar con los primos pequeños de mi cuñada.
- Vaya... lo siento.
Atrapa mi mano con la suya por sobre la mesa, compasiva.
- Quiero que me prometas algo...