Narra Mateo
+ Os ayudaré con la producción y organización de los eventos.
- Para eso está la productora.
Se queja.
+ La productora, y ahora yo.
Compito con sus malas maneras. Si le apetece ser borde, ya verá que yo también puedo serlo.
R: Cuéntanos sobre los conciertos a beneficio de los que me has hablado, Martín.
Rosa, su manager es la que intenta aplacar nuestra discordia obligándonos a centrarnos en nuestra responsabilidad laboral.
+ Bueno, como ya sabéis Sony organizará algunos festivales antes de acabar el año.
Menciono la poca información que ya conocen.
+ Un porcentaje de las ganancias estarán destinadas a la rehabilitación de drogas para jóvenes y adultos de escasos recursos.
Detallo sin confesar los motivos que me traen aquí.
+ Por supuesto que tú eres una de las artistas con las que la discográfica quiere contar.
- Nosotros no giramos hasta marzo.
Mira a Rosa suplicando encontrar una solución. Las ganas de colaborar se escapan por sus poros. Tuve toda su atención explicando el proyecto y sus ojos brillaron deseosos con la posibilidad de ayudar. Puede, solo puede, que no sea tan mala persona como parece.
R: Arrancar la gira con conciertos solidarios podría ser un detonante de éxito.
Reflexiona la mujer.
R: A la gente le gusta ayudar.
Continúa.
R: Y especialmente si lo hace mientras se divierte.
- Pues nada, al lío.
Choca su mano con la de Rosa esbozando una bonita sonrisa.
+ Si me permitís...
Enseño mi móvil sondando y me alejo para cogerlo. Es Elena.
+ Dime, estoy currando.
El: ¿A qué hora tengo que ir a por Eva?
+ A las tres.
El: ¿Y tú a qué hora regresas?
+ No lo sé. Tengo demasiadas cosas que solucionar aquí.
El: Eva y yo no nos llevamos bien, Mateo.
+ Ya lo sé, joder, pero es tu sobrina.
Levanto la voz y vuelvo a susurrar viendo que he reclamado sus miradas con mi grito.
+ Buscar un piso aquí está entre mis planes de hoy.
La tranquilizo.
+ Pero por favor, no seas dura con ella.
El: Esta bien. Voy a intentarlo.
Cede desganada. No puedo verla, pero la adivino frunciendo el ceño de esa forma tan característica que tiene de hacerlo cuando se agobia. Los niños nunca le han gustado.
- Martín.
Malú me llama bajito, sin querer interrumpir.
- Nosotras nos vamos.
Anuncia sin acercarse a mi.
+ Esperad un momento.
Pido.
+ Elena, tengo que irme.
Cuelgo y suspiro pensando en la mirada apagada de Eva lleno de preocupación. Malú ya está fuera del bar luchando con el cigarrillo que sujeta con sus labios y se resiste a prender por culpa del viento. Rosa si ha tenido la amabilidad de esperarme.
R: Lo de hoy... no se lo tomes en cuenta.
Parece disculparse por ella.
R: No le gustan los nuevos cuando no se lo consultan, pero estoy segura que os llevareis muy bien.
+ Ya.
R: ¿Te llevamos a algún sitio?
Ofrece sacando las llaves del coche de su bolso.
+ No.
Contesto sin más. No puedo decirle que aquí no tengo a donde ir.