Capítulo 188

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Narra Mateo

Dejo a Elena con su novia y Eva en las gradas. Veré con ellas el concierto, pero antes de acomodarme en mi butaca quiero pasar a desearle suerte a Malú, aunque no la necesite. La encuentro lista, vestida con el mono que abre el concierto y extremadamente guapa.

+ Reinona.

Beso su frente cariñosamente rodeándola en un abrazo.

+ Al venir Vivi me ha preguntado si te encontrabas mejor o si te traía otro remedio, ¿qué ha pasado?

Pregunto preocupado.

- Me dolía la cabeza, pero ya estoy bien.

Sonríe.

+ Pues no lo parece.

Vuelvo a apoyar mis labios en su frente.

+ Tienes fiebre.

- En nada se me pasa.

Le resta importancia.

- ¿Tú cómo estás?

Se interesa besando mis labios. Con semejantes taconazos que lleva no le hace falta ponerse de puntillas, aunque sigue siendo bajita a mi lado.

- Que te echaba de menos.

Confiesa con voz pastelosa. Es cierto que esta semana hemos podido vernos menos y que yo estoy en Toledo desde el jueves, limitándonos solo a llamadas por teléfono y no demasiado largas. Su apretada agenda ha sido la única culpable.

+ Y yo a ti, mi niña.

Prometo.

V: Jefa, un minuto.

Anuncia Vivi. Cuando se va vuelvo a dejar un pico rápido en sus labios.

+ A petarlo.

Me sonríe.

+ Te veo luego.

Su cabeza ya está sobre el escenario, porque no me contesta y desaparece para prepararse para subir a él. Escucho el emblemático "uno, dos, tres, mierda" de la banda y corro para reunirme con las tres mujeres que serán mis compañeras de velada esta noche.

E: Es la mejor.

Promete Eva alucinada. No ha dejado de saltar y chillar en todo el concierto.

+ ¿Te ha gustado?

E: Mucho. Muchísimo.

Se corrige enterneciéndome. Aún no le cuento que va a conocer a su ídolo.

E: Mateo, dime que vas a llevarme a más conciertos.

Me ruega.

+ Si te portas bien, te lo prometo.

E: Yo siempre me porto bien.

Protesta poniendo los brazos en cruz.

+ Vale, prometido queda.

Pongo mi mano para que la choque con la suya, cerrando nuestro pacto.

El: Flipante, ¿eh?

Mi hermana y su chica también alucinan.

+ ¿Os gustaría conocerla?

Ofrezco haciéndome el interesante.

E: ¡Si!

La enana grita entusiasmada, y mi hermana me mira arqueando una ceja.

El: ¿Y como pretendes hacer eso?

+ Trabajo en Sony, Elena.

Le recuerdo simplificando las explicaciones.

+ Os puedo colar a camerinos.

Su gesto es un cuadro y no puedo evitar reír.

El: ¿Y así tan tranquilo nos lo dices?

Flipa.

+ No irás a quejarte, que te quedas fuera.

Hace un gesto de silencio y me sigue de la mano de Martina. Les cedo los pases que me ocupé de tener listos antes del concierto y pocos minutos después las presento a Malú.

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