Narra Malú
Toco el timbre en casa de Melendi. Para sacarme de encima a José y a mi padre he mentido diciendo que he vuelto a quedar con mi mejor amigo para componer un poco. Querían que fuésemos juntos a enseñar un piso que tiene papá en alquiler y no puedo tener menos ganas de acompañarles.
M: ¿Lula, que haces aquí?
- Pues nada, he venido a ver a mi mejor amigo.
Río haciéndole saber que mi visita acompaña otra explicación.
M: Que pelota. Me pillas por salir, pero pasa anda.
- Gracias.
M: ¿Café?
Me ofrece bebiendo de su taza.
- Que va, vengo de desayunar, comer y cenar.
Exagero risueña. Me mira sin entender.
- Papá, que está en Madrid.
M: Ah... Venga, cuéntame lo de anoche. ¿Qué pasó con...?
Pregunta pensativo.
M: ¿Cómo se llama tú futuro chico?
- Como vuelvas a hacer una broma así te quito el habla Ramón Melendi.
Amenazo.
- Ni puta gracia.
Se echa a reír a carcajadas.
M: Lo siento, lo siento.
Se disculpa por compromiso, nada arrepentido.
M: Pero es que no os he visto juntos y si que he visto vuestra tensión sexual.
- No hay tensión sexual tío, es un gilipollas.
Me enfurruño.
M: Te lo vas a llevar a la cama antes de lo que piensas.
Sentencia.
- Vale, me voy.
Recojo mi bolso con un cabreo monumental.
M: Anda, Lumi, no te enfades.
Me atrapa entre sus brazos.
M: Lo siento, no voy a picarte más.
Promete.
M: Perdóname, anda.
Me ruega y cedo. No puedo estar enfadada con Melen.
- Te juro que como vuelvas a insinuar algo así te reviento a guantazos.
M: Vale, vale.
Levanta los brazos inocente.
M: ¿Cómo se llama nuestro enemigo?
- Martín.
M: ¿Y que es lo que ha hecho para tenerte tan disgustada?
- El disgusto me lo das tú con tus bromas tontas.
M: Ala, pero si estamos en paz.
- Te perdono demasiado fácil.
Protesto.
M: Vamos, Lumi, nos van a dar las uvas y tengo que irme.
- Pues nada, que ha llegado al primer ensayo proponiendo que cante aprendiz en acústico, me ha hecho cantarla delante de la banda y a todos les ha encantado.
M: A mi no me parece mal. Es algo diferente a lo que venís haciendo.
- Melen.
Suspiro.
M: El problema no está en que a les ha molado la idea...
Adivina.
M: Es que la idea ha sido de Martín.
- También.
Le doy la razón. A él no puedo mentirle.
- He vuelto a cantarla sola.
Confieso seguido de un suspiro.
- Y es que me duele demasiado, joder.
Gimoteo.
- No puedo dejar de pensar en Sebastián.