Me despido de él besando sus labios. Tras nuestra cena y algunas confesiones más que afianzan nuestra amistad se ha ido.
V: "Tu ahijada quiere irse a vivir contigo hasta que cumpla dieciocho años"
El mensaje de Vero me hace carcajear.
V: Bonito gesto.
Descuelga mi llamada.
V: Eso de reírte de la desgracia ajena.
No puedo evitar burlarme de ella. Es demasiado exagerada.
- ¿Qué pasa con mi niña?
V: ¿Qué acaso su llanto no se escuchaba hasta Madrid?
- Ah, ¿era ella?
V: No me vaciles, capulla.
- ¿Bueno, además de muy cansada, cuéntame como estas?
Decido distraerla interesándome en su vida sin Carla.
V: Agotada también.
Protesta.
- Que quejica que eres. Carlita es un cielo.
V: No hija. Eso te hace creer a ti, pero es el demonio. En esta casa no hay quien duerma.
- Es un bebé.
V: Ya, pero podría tirarse unas cuantas horas de reposo. Tampoco es tan pequeña.
- ¿Y no será que le pasa algo?
Cuestiono intentando ayudarla.
- Estará incomoda o adolorida.
Sugiero.
- ¿La has llevado al pediatra?
V: No. Mañana la llevo, pero mejor cuéntame tú que tal, seguro que tus dramas son más divertidos que los míos.
Vuelvo a reír. Esta tía es de lo que no hay.
- Coge palomitas que vas a divertirte.
Anuncio haciéndome la chula. Llevamos varios días sin hablar y no se ha enterado aún de lo de Martín. Siempre nos contamos todo, pero sé que su lado cotilla ahora no va a dejarme en paz.
V: Cuéntame hasta los detalles más picantes.
Suplica. ¿Cómo no voy a reírme con ella?
- He follado con Martín.
Espeto sin tapujos.
V: Anda ya, yo sabía.
Alardea.
- Dos veces.
V: Bueno, os ha faltado tiempo para más.
- Que tonta eres, Vero.
V: Cuéntame... ¿Qué tal?
- Muy bien.
V: La tiene grande.
- Guarra.
Carcajeo escandalizada.
V: No dirías que ha estado muy bien si estuviera equivocada.
- Muy buen tamaño.
Le doy la razón rodando los ojos. Mi mejor amiga no va a parar hasta que conteste a todas sus preguntas.
V: ¿Y que más? Quiero todos los detalles.
- Joder, Verónica. No hay más detalles.
V: Ya.
Ríe entusiasmada.
V: ¿Habéis vuelto a quedar?
- Que va. Tenemos el concierto en pocos días, y acaba de irse de casa. Después de haberle dicho que folla de puta madre he sentido que se ha molestado.
V: ¿Por qué?
- No lo sé.
Suspiro dudosa.
- Le he preguntado que le pasa, pero dice que nada.
V: ¿Quién entiende a los tíos?
Resta importancia.
- Pero es que no quiero que se quede un mal rollo entre nosotros.
Confieso.
- Es buen chaval, Vero.
Prometo.
- Nadie me ha tratado tan bien en la cama.
Decido desahogarme con mi amiga.
- Y creo que tampoco fuera de ella. Es respetuoso, atento, y tierno... Si hasta me ha pedido permiso para hacerme el amor en vez de decirme que quería echar un polvo.
V: Esta pillado por ti.
- No creo.
V: Yo tampoco. Estoy segura.
- Decías lo mismo de Melendi.
V: Y lo sigo diciendo, pero Martín está hasta las trancas...