Capítulo 81

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Me despido de él besando sus labios. Tras nuestra cena y algunas confesiones más que afianzan nuestra amistad se ha ido.

V: "Tu ahijada quiere irse a vivir contigo hasta que cumpla dieciocho años"

El mensaje de Vero me hace carcajear.

V: Bonito gesto.

Descuelga mi llamada.

V: Eso de reírte de la desgracia ajena.

No puedo evitar burlarme de ella. Es demasiado exagerada.

- ¿Qué pasa con mi niña?

V: ¿Qué acaso su llanto no se escuchaba hasta Madrid?

- Ah, ¿era ella?

V: No me vaciles, capulla.

- ¿Bueno, además de muy cansada, cuéntame como estas?

Decido distraerla interesándome en su vida sin Carla.

V: Agotada también.

Protesta.

- Que quejica que eres. Carlita es un cielo.

V: No hija. Eso te hace creer a ti, pero es el demonio. En esta casa no hay quien duerma.

- Es un bebé.

V: Ya, pero podría tirarse unas cuantas horas de reposo. Tampoco es tan pequeña.

- ¿Y no será que le pasa algo?

Cuestiono intentando ayudarla.

- Estará incomoda o adolorida.

Sugiero.

- ¿La has llevado al pediatra?

V: No. Mañana la llevo, pero mejor cuéntame tú que tal, seguro que tus dramas son más divertidos que los míos.

Vuelvo a reír. Esta tía es de lo que no hay.

- Coge palomitas que vas a divertirte.

Anuncio haciéndome la chula. Llevamos varios días sin hablar y no se ha enterado aún de lo de Martín. Siempre nos contamos todo, pero sé que su lado cotilla ahora no va a dejarme en paz.

V: Cuéntame hasta los detalles más picantes.

Suplica. ¿Cómo no voy a reírme con ella?

- He follado con Martín.

Espeto sin tapujos.

V: Anda ya, yo sabía.

Alardea.

- Dos veces.

V: Bueno, os ha faltado tiempo para más.

- Que tonta eres, Vero.

V: Cuéntame... ¿Qué tal?

- Muy bien.

V: La tiene grande.

- Guarra.

Carcajeo escandalizada.

V: No dirías que ha estado muy bien si estuviera equivocada.

- Muy buen tamaño.

Le doy la razón rodando los ojos. Mi mejor amiga no va a parar hasta que conteste a todas sus preguntas.

V: ¿Y que más? Quiero todos los detalles.

- Joder, Verónica. No hay más detalles.

V: Ya.

Ríe entusiasmada.

V: ¿Habéis vuelto a quedar?

- Que va. Tenemos el concierto en pocos días, y acaba de irse de casa. Después de haberle dicho que folla de puta madre he sentido que se ha molestado.

V: ¿Por qué?

- No lo sé.

Suspiro dudosa.

- Le he preguntado que le pasa, pero dice que nada.

V: ¿Quién entiende a los tíos?

Resta importancia.

- Pero es que no quiero que se quede un mal rollo entre nosotros.

Confieso.

- Es buen chaval, Vero.

Prometo.

- Nadie me ha tratado tan bien en la cama.

Decido desahogarme con mi amiga.

- Y creo que tampoco fuera de ella. Es respetuoso, atento, y tierno... Si hasta me ha pedido permiso para hacerme el amor en vez de decirme que quería echar un polvo.

V: Esta pillado por ti.

- No creo.

V: Yo tampoco. Estoy segura.

- Decías lo mismo de Melendi.

V: Y lo sigo diciendo, pero Martín está hasta las trancas...

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