Capítulo 64

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Narra Malú

Entro al local acompañada de Manu. El equipo, algunos de mis primos y amigos más allegados han venido antes que yo.

- ¿A por unas copas?

Miro a mi guardaespaldas y amigo arqueando los ojos.

Ma: Para que tú estés de fiesta yo tengo que currar, guapa.

Me guiña un ojo. Pobrecillo, todos bebiendo y el fresco como una lechuga.

- Voy a decirle a Rosa que te den un aumento.

Me río.

- Lo mereces.

Ma: Allí mismo la tienes.

La señala divertido siguiéndome el rollo.

- Vale. Yo si me pido algo y luego se lo comento.

Me alejo de él para encontrar a Martín en la barra, solo y muy centrado en su móvil.

- ¿Organizas este fiestón y tú te quedas hablando en vez de compartir con nosotros?

Le saludo con sorna.

+ Que va.

Guarda el aparato.

+ Estaba esperando a que llegue el alma de la fiesta para poder divertirme también.

Pide lo mismo que yo y me hace reír a la par que siento mis mejillas sonrojarse. Lo ha dicho de forma irónica, pero igualmente siento mis músculos tensarse levemente. ¿Qué estas haciendo conmigo, Martín?

- Ole tú.

Carcajeo.

- Pues ya estoy aquí, habrá que pasarlo bien.

+ Te lo tienes muy creído, guapa.

Me pica.

+ ¿Vamos a bailar?

- Claro hombre. Hay que celebrar la pasta que has conseguido con este show.

+ Gracias a ti.

Dice sincero y empieza a moverse al ritmo de la música. Que bien baila. Y que guapo va con su camisa negra y unos vaqueros que le hacen un culo de modelo. El pelo desordenado y una barba incipiente de pocos días. Uf, lo cachonda que me está poniendo.

- Oye, creo que necesito un cigarro.

Anuncio al acabar la canción.

- ¿Me acompañas?

Le pido.

+ Vamos.

- Espera.

Le freno a gritos para hacerme oír sobre la música, tirando de su brazo.

- Es que me encanta esta canción.

Me explico inocente sin dejar de bailar. El ríe y lo hace conmigo. Mueve sus caderas y yo aprovecho de pegarlas a las mías. Sus movimientos se hacen cada vez más sensuales, y mis ganas de tenerle cerca, mucho más cerca de lo que ya le tengo aumentan de manera peligrosa. Sus manos atrapan mi cintura y su muslo roza mi intimidad por sobre la ropa mientras meneo las caderas para sentirle pegadito a mi cuerpo.

+ La azotea es muy bonita.

Me cuenta cuando la canción llega a su fin, recordando que le he pedido que me acompañe a por un piti.

+ Pero si prefieres salir...

- Enséñamela.

+ Ven.

Le sigo por unas escaleras que no hubiese encontrado por mi cuenta. Llegamos al último piso con nuestras copas aún algo llenas y cuando salimos me enseña las maravillosas vistas de Madrid que hay en este local.

+ Por ti.

Hace sonar los cristales y acaba el contenido de la suya.

+ Y por las ganas que tengo de besarte.

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