- Hostia, vaya polvazo.
Me quito de encima dejándome caer tumbada a su lado para permitir que nuestras respiraciones alteradas se recuperen.
M: ¿No vas a quejarte, no?
Pregunta risueño.
- Jamás.
Aseguro.
M: Me voy, Lula.
Se incorpora desnudo y sin reparos.
M: Que luego me echas cuando estoy por dormirme.
Me recrimina nuestro último asalto haciéndome reír.
- Me haces sentir mala persona.
M: Lo eres.
Carcajea.
- Li iris.
Me burlo.
- Oye.
Le llamo encendiendo un cigarro.
- Gracias.
M: No tienes de que agradecerme. Tú también follas muy bien.
Quita hierro al asunto.
- Te lo digo en serio, Melen.
Insisto.
- Hoy era uno de esos días en los que solo me apetecía llorar y tú me has hecho reír.
Le miro a los ojos. Se termina de colocar la camiseta para luego sentarse a mi lado atrapando una de mis manos entre las suyas.
M: Malú, han pasado diez años.
Me recuerda lleno de dulzura.
M: Y si después de tanto tiempo te sigue importando recibir noticias de Sebastián puede ser por dos cosas:
Hago un pequeño gesto silencioso haciéndole saber que tiene toda mi atención.
M: O le buscas y cerráis vuestra historia...
Bajo la mirada negándome a aquella opción.
M: O le perdonas y te permites rehacer tu vida.
- No hay vida que rehacer.
Vuelvo a mirarle, llena de dolor.
- Tenía dieciocho años, Melen. Mi vida empecé a hacerla después de Sebastián.
M: No.
Discrepa.
M: Tienes veintiocho y no te has atrevido a vivir desde hace diez.
Expone.
M: El amor a veces duele, Lula.
Promete.
M: Pero es el sentimiento más bonito que puede existir.
- El romance está sobrevalorado.
Aseguro.
- Amor te puede dar mucha gente, amigos, familia, los animales.
Comento reflexiva. Por eso siempre digo que blanco y negro refleja tanto cualquier tipo de amor, no necesita ser el de una pareja.
M: Hay algo que sólo puede darte una persona en el mundo.
Opina mi mejor amigo.
M: Puede que tú pensaras que aquella persona fue Sebastián.
Mete el dedo en una herida que no ha acabado de cicatrizar.
M: Pero aunque te niegues a aceptarlo, aparecerá alguien que consiga romperte todos los esquemas.
- No voy a permitirlo.
Sentencio.
- No pienso permitirlo.