+ Pues conozco a muchas de tus fans.
No miento. Eva, Elena y su chica son las tres que se me ocurren en este momento.
- No me vaciles, que me da vergüenza.
Admite con la timidez de una niña.
+ Puedo asegurarte que mi hermana te adora.
Opto por mantener la identidad de mi sobrina oculta. Elena también escucha su música, compra sus discos y va a sus conciertos, por lo que aunque nunca se haya expresado con esas palabras, supongo que algo de verdad hay en lo que digo.
- ¿Y por qué nunca la has traído al estudio?
+ Porque si supiera que trabajo para ti la pregunta sería ¿cuando vas a llevártela del estudio?
Bromeo pensando otra vez en mi niña mimada. Aunque creo que a mi hermana también le haría ilusión. Si supiera que cuando le he dicho que trabajo para Sony he omitido que con Malú me mataría.
Las carcajadas de mi nueva amiga me devuelven a nuestra conversación.
- Que malo eres.
+ Que va, eso lo dices porque no la conoces.
- Pues dile que me has visto en la calle.
Propone.
- Y le das esto.
Firma una servilleta con su nombre y pone "un beso" justo arriba. Que bonito gesto.
- Y no seas malo, cuéntale la verdad.
+ Que va. Es más, esto voy a usarlo para chantajearla.
Señalo el autógrafo risueño antes de doblarlo y guardarlo en mi bolsillo.
+ Si consigo que me haga caso durante toda la semana se lo doy.
Planteo gracioso.
- Eres un canalla.
Ríe segura de que es mentira. Y razón no le falta. No me aguantaría ni dos minutos de ver la carita de ilusión que pone Eva. Cada noche me encuentro más fotos de Malú en su habitación, y solo tiene siete años.
- Cuéntame más de tu vida.
Pide.
+ ¿Qué quieres saber?
- No lo sé, pero si vamos a ser amigos debería saber un poco más de ti, ¿no crees?
+ Yo no sé nada de ti.
Vuelvo a mentirle. Claro que sé y bastante más de lo que puede encontrarse en internet.
- Yo he preguntado primero.
Ríe, y su actitud me demuestra que en los juegos se pica fácilmente.
+ Pues vamos a jugar a hacernos preguntas.
Aprovecho.
+ Contestara primero quien tenga que responder, pero luego lo hará también quien ha preguntado.
Propongo.
- ¿Y si hay algo que no queremos contestar?
+ Si estuviéramos en una casa tendríamos que jugar a esto con un chupito.
Reflexiono divertido.
- Ya, pero estamos en un local, lleno de gente y tengo concierto dentro de dos días, no puedo beber.
+ Entonces tendremos que jugar solamente con la verdad...