Capítulo 96

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P: Que cara me traes, hija.

- He pasado mala noche.

Me excuso besando sus mejillas antes de entrar a la casa que me vio crecer. José vendrá dentro de un rato y comeremos aquí. Al puchero de la Pepi jamás se le dice que no.

P: Tu es que has mu' nerviosa, Malú.

Me regaña preocupándose por mí.

P: Ya vas a ver tu que todo va a salir fenomenal.

- ¿Y si la gente no llega?

Suspiro agobiada levantando la tapa de la olla. Huele que alimenta.

P: Otra vez con eso.

Rueda los ojos. Todos insisten en que si las entradas se han venido es porque el público va a aparecer.

- Estaba pensando en irme unos días a Valencia antes de arrancar.

P: ¿Y eso?

Me encojo de hombros. No tengo argumentos y mentirle a mi madre no cuela, por lo que ante una excusa barata mejor guardar silencio, pero tras el sueño de anoche no he podido volver a descansar tranquila y unos días junto a mi mejor amiga y a la niña más bonita del mundo creo que me van a ayudar a relajar.

- A visitar a Vero y a Carlita, que mi ahijada se hace mayor, mamá.

P: Ya.

- Y si además con algo de suerte puedo ver un poquito el mar...

No acabo la frase. Ella me entiende.

- Es que además no hay nada como el agua salada para calmar todo lo que uno siente, ¿no?

Me da la razón, aunque mirándome con una ceja levantada y gesto perspicaz.

P: ¿Tu no andarás con mal de amores?

- ¿Qué amores quieres que me tengan con algún mal?

Arrebató haciéndola reír.

P: Yo que sé, eso tendrás que contármelo tú.

- Mi vida amorosa no ha cambiado desde que te vi ayer, mami.

Aseguro risueña.

P: ¿Cómo está el chiquillo ese?

- ¿Quién?

Finjo no entender a quien se refiere. Es evidente que habla de Martín.

P: El guapo aquel, que a mi me gusta para ti.

- ¡Mamá, joder!

Refunfuño contrariada tras su sinceridad.

P: Vale, me callo.

Accede con sorna.

P: Pero cuéntame, ¿Cómo está?

Insiste.

P: Que hace mucho no te oigo hablar de él.

- Ya, es que está liado.

Miento. O igual no. No hemos vuelto a vernos y no sé nada de él. Desde aquel día en que abandonó el estudio con algún problema familiar y dejó otra vez mis mensajes y mi preocupación en leído, he decidido dejar de insistir.

+ "Necesito verte"

Su mensaje llega como si hubiese sabido que estaba hablando de él.

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