P: Que cara me traes, hija.
- He pasado mala noche.
Me excuso besando sus mejillas antes de entrar a la casa que me vio crecer. José vendrá dentro de un rato y comeremos aquí. Al puchero de la Pepi jamás se le dice que no.
P: Tu es que has mu' nerviosa, Malú.
Me regaña preocupándose por mí.
P: Ya vas a ver tu que todo va a salir fenomenal.
- ¿Y si la gente no llega?
Suspiro agobiada levantando la tapa de la olla. Huele que alimenta.
P: Otra vez con eso.
Rueda los ojos. Todos insisten en que si las entradas se han venido es porque el público va a aparecer.
- Estaba pensando en irme unos días a Valencia antes de arrancar.
P: ¿Y eso?
Me encojo de hombros. No tengo argumentos y mentirle a mi madre no cuela, por lo que ante una excusa barata mejor guardar silencio, pero tras el sueño de anoche no he podido volver a descansar tranquila y unos días junto a mi mejor amiga y a la niña más bonita del mundo creo que me van a ayudar a relajar.
- A visitar a Vero y a Carlita, que mi ahijada se hace mayor, mamá.
P: Ya.
- Y si además con algo de suerte puedo ver un poquito el mar...
No acabo la frase. Ella me entiende.
- Es que además no hay nada como el agua salada para calmar todo lo que uno siente, ¿no?
Me da la razón, aunque mirándome con una ceja levantada y gesto perspicaz.
P: ¿Tu no andarás con mal de amores?
- ¿Qué amores quieres que me tengan con algún mal?
Arrebató haciéndola reír.
P: Yo que sé, eso tendrás que contármelo tú.
- Mi vida amorosa no ha cambiado desde que te vi ayer, mami.
Aseguro risueña.
P: ¿Cómo está el chiquillo ese?
- ¿Quién?
Finjo no entender a quien se refiere. Es evidente que habla de Martín.
P: El guapo aquel, que a mi me gusta para ti.
- ¡Mamá, joder!
Refunfuño contrariada tras su sinceridad.
P: Vale, me callo.
Accede con sorna.
P: Pero cuéntame, ¿Cómo está?
Insiste.
P: Que hace mucho no te oigo hablar de él.
- Ya, es que está liado.
Miento. O igual no. No hemos vuelto a vernos y no sé nada de él. Desde aquel día en que abandonó el estudio con algún problema familiar y dejó otra vez mis mensajes y mi preocupación en leído, he decidido dejar de insistir.
+ "Necesito verte"
Su mensaje llega como si hubiese sabido que estaba hablando de él.