Capítulo 146

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Narra Mateo

El gesto de Melendi es un cuadro. Traga saliva y me mira incómodo. Luego recorre el salón con los ojos.

M: No.

Le da una voz.

+ Yo... este... bueno...

Titubeo.

+ ¿Puedo hablar con ella?

M: Será mejor que vuelvas en otro momento.

+ Es importante.

M: Ya, es que recién subió a ducharse, y...

+ Vale.

Cedo.

+ ¿Puedo usar el baño antes de irme?

M: Sí.

Se encoge de hombros y acaricia su nuca, señalando el servicio de invitados. Entro y cierro la puerta a posta con más fuerza de la necesaria y me tardo un par de minutos en salir.

- ¿Se ha ido?

Pregunta sin apenas volumen, cuando estoy abriendo la puerta.

M: En el baño.

Oigo como su amigo le contesta en un murmuro.

+ No.

Paralelamente le respondo en voz alta. Este era mi plan y la suerte parece correr de mi lado por una puñetera vez en la vida.

+ Estoy aquí.

Se gira asombrada dejándome ver sus ojitos rojos. Ha llorado y mucho.

+ ¿Podemos hablar?

Le pido recorriéndola con la mirada. Viste un chándal súper suelto y una sudadera mucho más grande que ella. Lleva una coleta mal hecha y grandes ojeras. Ha querido hacerme daño intentando que crea que ha vuelto a acostarse con Melendi, pero es evidente que no.

- Estoy ocupada.

Se niega.

+ He intentado llamarte.

Insisto.

+ Necesito que hablemos.

Le ruego.

- Ahora no, Martín.

Avanza hasta la puerta.

- Vete.

Me pide seca y no me queda más opción que respetar su decisión.

Narra Malú

Cierro la puerta tras él con las pulsaciones disparadas y mis ojos tropiezan con los de Melendi que me miran con desaprobación.

M: Se te ha ido la olla.

Me recrimina.

M: De verdad tía, te has pasado tres pueblos. ¿Cómo vas a hacerle creer que acabamos de follar?

Me encojo de hombros.

- Quería demostrarle que alguien si puede querer acostarse conmigo.

Me excuso avergonzada.

M: Y de paso hacerle todo el daño que puedas.

Me riñe.

M: Lumi.

Atrapa mis manos y me guía al sofá.

M: Tarde o temprano tendrás que hablar con él.

Me recuerda lo inevitable.

M: Parecía preocuparse por ti genuinamente.

Valora.

M: Y créeme que sé reconocer a un tío que desnuda a una mujer con los ojos.

Advierte.

M: Y puedo asegurarte que Martín te hubiese follado en este mismo sofá conmigo presente con tal de no esperar ni un solo minuto más.

Le miro ojiplática.

M: De verdad, Malú.

Me mira serio.

M: Yo no sé cuál es el rollo entre vosotros, pero que no le gustas puedo asegurarte que no es el problema.

Dice tajante.

M: Y la única forma que tenéis para solucionarlo, es hablando.

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