- Oye, tengo que irme.
Me vuelvo a vestir tras terminar el cigarro que vino después del polvo.
** Espera, ¿por qué?
- Me gusta dormir sola.
Evito dar más explicaciones de las necesarias.
** ¿De verdad?
Pregunta pasmado.
- Claro hombre.
** Eres distinta a las demás.
No sé si es un alago o una crítica.
** A las tías os suele gustar dormir con alguien después de follar.
- Pues a mi lo que me gusta es dormir cómoda.
Me encojo de hombros poniéndome los zapatos.
** Me lo he pasado muy bien contigo, Lucía.
- Y yo.
Salgo sin apenas despedirme. Me lo he pasado bien, sí.
...
..
J: ¿De donde vienes?
José me saluda con dos besos. Tras dejarle un mensaje avisándole que me iba no ha vuelto a saber de mi.
- Salí a fumar con un tío que me invitó a bailar. Muy majo por cierto.
Prometo.
- ¿Nos vamos?
Pregunto. Con suerte nos dará tiempo a pasar a por una ducha antes de encontrarnos con papá.
J: A tu casa.
- Cuidado con pisarte el morro.
Acepto sin dejar de ser irónica con mi hermano.
- Espero que estes listo para invitarme a un gran desayuno.
J: Yo me lo he pasado genial.
- José, te aseguro que yo me lo he pasado mejor.
Narra Mateo
Conduzco a Toledo con la música a tope y las ventanas algo abiertas. Entra fresco, pero estoy demasiado cansado y necesito que me de el aire.
+ Hola Elena.
La saludo por el altavoz.
+ Estoy de camino.
El: ¿Qué tal te ha ido?
+ Yo que sé. Siento el retraso.
El: Esta bien. Creo que Eva ya se durmió.
+ Gracias.
Decido zanjar el tema de nuestra sobrina en un escueto agradecimiento. Quisiera decirle que es la niña más dulce del mundo y que necesita del cariño de su tía. Que Eva no tiene la culpa de las cagadas que ha hecho Alex todos estos años y especialmente que también nuestro hermano puede equivocarse y no lo hace buscando hacer daño a la familia, sino que como un humano más que comete errores, en su caso, uno tras otro. Ojalá Elena supiera ser más compasiva.
El: Suenas cansado.
+ No me gusta mi trabajo.
Confieso. Me fui hace tantos años de España que no tengo a nadie más con quien hablar aquí.
El: Mateo, trabajar organizando eventos de Sony es un sueño para ti.
Me recuerda sin que haga falta. Lo es. Si ella tan solo supiera cuál es mi verdadero trabajo.
+ Ya, tienes razón.
Miento. Nadie puede saberlo.