J: Apareció la estrella en fuga.
Mamá y yo nos miramos preocupadas. Si José ha escuchado algo no va a rendirse hasta sonsacarnos.
J: ¿Dónde estabas?
- Echando un polvo.
Digo con naturalidad, pero exploto en una carcajada al ver su gesto descuadrado. Mi madre también se descojona por nuestros piques.
- Es broma, tonto.
J: Muy graciosa.
Se queja al verse vacilado.
J: Que mamá casi llama a la policía.
- Lo siento, no quise preocuparos.
J: Venga, vámonos ya que Manu está tocando puertas y Rosa echando humo por las narices.
Ruedo los ojos. Que exagerados son todos, ¿una no puede dormirse sin armar la de Dios?
Bajamos en el ascensor y yo misma me ocupo de avisar que estoy sana y salva y dar las explicaciones pertinentes. Me invento haber coincidido con una amiga de la infancia en el bufete desayunando y que luego nos hemos quedado poniéndonos al día en su habitación.
J: Conmigo no cuela.
Susurra en mi oído mientras Manu coloca las maletas en el coche.
J: Rosa habrá caído y él no ha tenido otra opción que creerte, o te guarda los secretos demasiado bien.
Señala a al hombre que vela por mi seguridad.
J: Mamá seguro te ha atosigado con preguntas que no contestaste pero te has apañado para zafarte de contarle la verdad.
Hace un resumen bastante acertado.
J: Pero yo sí me he dado cuenta que Martín tampoco apareció esta mañana cuando se fue el resto del equipo.
Siento que me atraganto con mi propia saliva.
- ¿No?
Me hago la extrañada.
J: Malú, ya estás mayor, pero si no quieres que se comente que te lo tiras, no puedes cometer estos errores.
Suspiro. En eso José si tiene razón.
- Ya...
J: ¿Te gusta?
Me mira enternecido. De críos nos arrancábamos los pelos, pero los años nos han unido y hoy somos súper confidentes. Aunque él no deja de cuidarme como a su hermana menor, olvidándose a veces que ya no soy una niña.
- Sí.
Me atrevo a confesarle.
J: Parece un buen tío.
Valora.
J: ¿Te trata bien?
- No estamos...
J: A mi no me la cuelas.
Detiene mis excusas.
J: Le miras diferente.
Suspiro resignada. Admitirle a mi hermano lo que hay entre nosotros es como hacerlo más real.
- José, ya sabes que yo no he tenido nada en serio y no sé...
J: Me alegra que Martín consiga despertar tus sentimientos.
Me interrumpe antes de empezar con divagaciones y excusas.
J: Pero dile que si te hace sufrir voy a ponerle los huevos de corbata.