173: La conclusión final

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Qin Yining no había pensado que su padre preguntaría así. ¡Esto es muy vergonzoso!

—Eres una niña grande —Qin Huaiyuan sonrió al ver a su hija tan tímida—. Nuestra familia es diferente a la mayoría. Con lo temperamental que es tu madre, no es adecuada para participar en asuntos políticos, pero tu matrimonio estará inextricablemente involucrado con la política. Con mi estado actual y tú siendo mi única hija, tendré que tomar parte en tu matrimonio.

—Sí, seguiré todo lo que diga mi padre —Qin Yining asintió dócilmente.

El marqués sonrió.

—¿Y si te digo que seas la princesa heredera consorte?

El corazón de Qin Yining dio un vuelco cuando una inexplicable ola de tristeza la atravesó, pero todavía asintió.

—Siempre que el padre crea que es apropiado, naturalmente lo escucharé.

El matrimonio siempre lo decidían los padres. No podía abandonar a su familia en busca de su propia felicidad. ¿Qué tipo de persona sería ella si disfrutara de las ventajas de ser Qin en tiempos normales, pero no haría nada por la familia en momentos críticos?

Qin Huaiyuan de repente quiso burlarse de esta hija suya y siguió hablando, monitoreando cuidadosamente su expresión.

—El príncipe heredero es una persona amable e indulgente. Aunque no tiene mucho talento en política, será suficiente para proteger a la nación de un mayor declive. Él está totalmente dedicado a ti y se apresuró a avisarte tan pronto como se enteró de que el emperador y la emperatriz querían matarte. Creo que sus sentimientos por ti son genuinos.

Qin Yining apretó los labios ligeramente y asintió.

—Padre dice la verdad. El príncipe heredero tiene sus puntos fuertes, pero una cosa, ¿proteger a la nación de un mayor declive? Cómo futuro monarca debe preservar los logros de los antepasados, pero será difícil para él preservar los "logros".

»Para decir algo extremadamente irrespetuoso, padre, los días de paz del Gran Yan son solo temporales, ya que el mundo está sumido en tiempos caóticos. Incluso si no hubiera enemigos externos, se debe enmendar el aire corrupto en la corte y resolver el sufrimiento del pueblo. El emperador se centra solo en su propio entretenimiento y no piensa en la gente. ¡Creo que sería más rápido desear que el emperador abandonara este mundo que gobernar bien el país!

»Con los talentos del príncipe heredero, no podrá manejar tal lío si se lo entregan a él, sin mencionar a los tártaros y al Gran Zhou salivando sobre nuestras fronteras. Es mi torpe análisis que los Qin debemos empezar a pensar en salidas para nosotros mismos. Incluso si a no te importa sacrificar tu vida por el país, padre, debes pensar en la vieja señora y en los demás.

»La lección que la Mansión Ding nos dejó está ante nuestros ojos. Incluso si no le tenemos miedo a la muerte, no podemos morir por alguien como este emperador basura. Por lo tanto, mi recomendación es que no tengamos nada que ver con la familia imperial.

Qin Huaiyuan sabía que su hija era ingeniosa y veía las cosas con claridad, que podía analizar con precisión la política y los errores. Pero escuchar una explicación tan descaradamente abierta como esta hoy le dio una sensación completamente diferente.

Aunque la burla en su tono era muy irrespetuoso, tuvo que admitir que Qin Yining hablaba correctamente. Tenía ese tipo de sentimiento con cada segundo que pasaba en la corte. Quería hacer retroceder las mareas y que el príncipe heredero tomara el trono, enderezando el camino por el que iba la nación. Pero lo malo era que el talento del príncipe heredero estaba en la pintura y el dibujo, no en la política.

El regreso de la golondrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora