El regreso de la golondrina

63: Frivolidad frente a su majestad

La emperatriz había convocado a las familiares femeninas de un súbdito, entre ellas una niña que aún no había alcanzado la mayoría de edad. Entonces... ¿no deberían los hombres mantenerse fuera del camino también? ¿Que está pasando aqui? Qin Yining atormentó a su cerebro mientras avanzaba lentamente. Alguien que puede aparecer en el palacio de la emperatriz en presencia del emperador debe ser alguien cercano a ella. Es muy probable que sea un pariente.

—Esta súbdita, Qin-shi, saluda al emperador y a la emperatriz. —Qin Yining hizo una elegante reverencia, su elegante movimiento estaba en desacuerdo con la rapidez con que su mente estaba clasificando las cosas. Ya había pasado suficiente tiempo con Zhan-mama para que los modales se convirtieran en su segunda naturaleza. No solo cada gesto era correcto y preciso, sino que su porte también era un espectáculo para los ojos.

La delgada ceja de la emperatriz se arqueó, sus ojos naturalmente coquetos perdieron su brillo habitual mientras examinaban a la chica frente a ella. Después de un momento de silencio, levantó la mano derecha. Los protectores de uña de tres pulgadas de largo que adornaban su mano, grabadas con escenas decorativas, tintinearon suavemente mientras gesticulaba. [1]

—Puedes levantarte.

—Gracias, Su Majestad. —Qin Yining se puso de pie, pero mantuvo la cabeza baja.

—Su Majestad, vea lo bien que la vieja señora Qin cuida a su gente. —La emperatriz sonrió—. Ni siquiera ha pasado tanto tiempo, pero ahora la pequeña niña salvaje de las montañas ya se ha convertido en alguien tan atractiva. Es tan bonita que no puedo evitar que me guste mucho. A menudo se dice que la familia Qin produce bellezas, ¡y parece que esas palabras son el caso hoy en día!

—Yurou dice la verdad. —El emperador asintió con una sonrisa—. Puedo ver que esta chica tiene algunos indicios de un joven Qin Meng. ¿Cuál es tu nombre y tu edad? Levanta la cabeza cuando respondas.

Qin Yining levantó la cabeza con cautela, pero mantuvo la mirada baja y lejos de la pareja imperial.

—En respuesta al emperador, el nombre de pila de esta súbdita es Yining y la edad es catorce este año.

El dúo imperial examinó a Qin Yining de pies a cabeza. La chica frente a ellos era alta y ágil, poseía rasgos delicados y un cabello negro brillante que contrarrestaba exquisitamente su piel blanca. Esta visión de fresca belleza parecía haber salido de un cuadro. Parecía majestuosa y serena mientras se paraba solemnemente frente a ellos. Todavía era joven, por lo que una sensación de inocencia y juventud la envolvía. Realmente era una chica muy agradable.

—Cuando vi crecer a Qin Meng hace casi veinte años, pensé que si fuera mujer,  ¡que hermosa sería! Y hoy, estoy viendo la versión femenina de Qin Meng, ¡jajaja! —El emperador se dio una palmada en el muslo en una carcajada mientras la emperatriz entrecerraba los ojos y miraba de reojo a Qin Yining.

Las palmas de la vieja señora y Sun-shi se habían empapado de sudor. Uno podría interpretar las palabras del emperador como una broma, pero detrás de ellas había otra capa de significado. El viejo emperador tenía casi setenta años, ¿no estaba satisfecho con una emperatriz inmensamente seductora y tentadora, que también quería a Qin Yining de catorce años? Si Qin Yining entraba al palacio hoy, la emperatriz se la tragaría entera y escupiría sus huesos en menos de dos días.

La vieja señora se movió rápidamente, pegando una sonrisa mientras hablaba.

—De hecho, pensar que ha pasado tanto tiempo en un abrir y cerrar de ojos. El emperador todavía está en la flor de la vida, diligente y benevolente en todos sus asuntos. Me ha conmovido profundamente la relación entre mi hijo y mi señor. No es de extrañar que mi hijo siga siendo tan leal. Además, ¡estoy agradecida por el juicio de Su Majestad sobre el talento de mi hijo!