El regreso de la golondrina

187: Lívido de ira

Naturalmente, todos entendieron que se refería a la concubina Cao. Aunque no conocían la verdadera identidad de Cao Yuqing, el hecho de que ella fuera la hija del gran preceptor Cao no cambiaría.

El tercer maestro mayor asintió.

—No te preocupes. Todos lo tendremos en cuenta.

……

Solo habían pasado dos días, pero Qin Yining había establecido un orden claro en la residencia interior. No solo tenía un control firme en todos los asuntos, sino que, lo que es más importante, había unificado los corazones de las mujeres.

El pánico se apoderó de la familia cuando el desastre ocurrió en Qin Huaiyuan. Incluso los hombres estaban aprensivos, mucho menos las mujeres. Todos estaban ansiosos por estar a punto de seguir los pasos de los Sun. ¿Quién sabía que Qin Yining tendría todo bajo control con unos simples movimientos? Ninguna de las mujeres seguía adelante ni causaba un escándalo, y sus mentalidades incluso se habían solidificado contra un enemigo común.

No había nada en la cuarta señorita que no le gustara al tercer maestro mayor ahora. Fijándose en su porte, sensatez, percepción de los asuntos de la corte y habilidad absoluta para manejar las cosas. Suspiró con pesar por no tener una hija como ella.

Qin Yining se despidió después de que concluyeron las discusiones. El administrador Zhong había llegado y los dos pudieron repasar cuidadosamente el plan de la señorita.

—… Las valiosas plantas y animales, muebles y adornos, así como pinturas y caligrafía… básicamente, vende todo lo que se pueda vender. Podemos usar esta suma de dinero como capital inicial. Asegúrate de registrar minuciosamente los nombres de los refugiados, el lugar de nacimiento, si saben o no leer, su profesión anterior y en qué son más hábiles.

»Los hombres deberían ser enviados a cortar leña y construir casas por ahora. Solo puedo suministrar una gran parcela de tierra. Depende de ellos hacer refugios. Afortunadamente, no hay escasez de madera o agua en la Montaña de la Primavera Eterna.

»Las mujeres pueden hacer bordados y trabajar en las cocinas. Se proporcionarán dos comidas al día. El desayuno consistirá en gachas de cereales, pan plano y verduras en escabeche. El almuerzo se puede proporcionar de manera apropiada. Aquellos que realizan trabajos forzados pueden recibir dos piezas de pan adicionales.

Qin Yining ladeó la cabeza pensativa.

—Y los niños, asegúrate de hacer un registro detallado de ellos y su salud. Los niños son frágiles y estamos en medio de un verano ardiente. El agua empieza a escasear a causa de la sequía. También es difícil decir si alguien contraerá una enfermedad durante su huida hacia un lugar seguro. Debemos prestar atención para ver si alguno de los niños se enferma.

»Asegúrate de anotar si alguno de los niños puede leer y escribir. Los niños menores de diez años deben recibir raciones adicionales de carne. Como es la montaña, cualquiera que sepa cazar puede agregar algo a su plato.

—Entendido. Este es un plan muy completo, señorita. Creo que logrará formar un sistema después de que se pongan en práctica estas directrices generales. Además, creo que deberíamos hacernos amigos de las serpientes locales [1]. Puede que haya algunos refugiados que causen problemas. Si lo hacen, podemos pedirles a las serpientes que supriman a los alborotadores. Y debemos formar un equipo de prevención de incendios, uno que haga patrullas diarias. Después de todo, estamos en las montañas —agregó el administrador Zhong.

Qin Yining asintió rápidamente.

—Esas son grandes ideas, administrador. Esencialmente, debemos hacer lo mejor que podamos, ya que enviamos a Buda al Oeste [2]. Lo que tenemos que hacer es ayudarlos a no morir de hambre, pero no a vivir una vida tan buena y que se vuelvan perezosos. Con el administrador Zhong a la cabeza, creo que incluso es posible que algunos de ellos se conviertan en nuestros ayudantes en el futuro.