176: Debe ser asesinada

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La emperatriz no se puso hoy su maquillaje pesado habitual ni usó sus accesorios preferidos de jade y perlas. Tenía un colorete muy ligero y se puso algo de brillo en los labios, pareciendo pálida, evocando lástima en los ojos de quienes la vieran.

El emperador estaba acostumbrado a una impresionante emperatriz que brillaba con buena salud. La inesperada visión clara de su consorte le dio un vuelco en el corazón al pasar la mano por sus suaves mechones.

—Mi amor, mi amor, mírate, estás tan agotada después de un día. ¿Estás enojada porque soy incompetente al no poder conseguir a Qin-shi para ti?

La emperatriz había apoyado la cabeza sobre las rodillas del emperador, su cabello caía en cascada por sus piernas. Inclinó la cabeza hacia arriba y respondió débilmente:

—¿Cómo podría culpar a su majestad? Solo suspiro que mi fortuna es demasiado débil para superar a la que la adivina dice que tiene una buena carta de vida.

»Aunque tampoco entiendo por qué la adivina dijo primero que la carne Qin-shi puede mantener la apariencia, pero luego, de repente, dijo que su carta de vida es extremadamente buena y es un talismán que puede proteger al Gran Yan. Estas palabras entran en conflicto y parecen muy contradictorias.

—De hecho, yo también lo creo. Quizás las personas alejadas del mundo mundano no piensan demasiado. Es cierto que la carne de Qin-shi puede mantener la apariencia, pero también es cierto que el destino de Qin-shi puede mantener estable al país.

La salud del emperador había mejorado gradualmente gracias a la píldora de la adivina. Estaba de buen humor y mostraba un vigor creciente en el dormitorio. Habiendo experimentado personalmente la potencia de la píldora de la adivina y conociendo su reputación, creyó devotamente en sus palabras. Por lo tanto, cuando dijo que Qin Yining nació con una gran fortuna y que su presencia aseguraría la estabilidad de la nación, el emperador no lo dudó ni un poco.

Además, solo estaba planeando que los adivinos dijeran que "Qin Yining es la reencarnación de un espíritu de zorro en el mundo mortal, aquí para causar problemas. Debe ser ejecutada para garantizar la longevidad del Gran Yan". Pero la adivina anunció la verdadera fortuna de vida de la chica antes de que él hiciera algo. Eso demostró cuán clarividente era la adivina y cómo tenía una comprensión clara de todo.

Si ese no fuera el caso, ¿cómo podría la adivina aparecer en tan buen momento para declarar eso antes de dar el decreto imperial? En opinión del emperador, la adivina era alguien leal que estaba pensando en proteger al Gran Yan. Que ella también salvara a Qin-shi fue solo una coincidencia.

Era el hijo del cielo y estaba muy dispuesto a creer en la idea de un talismán, después de haber sido derrotado por el Gran Zhou durante tanto tiempo. En cuanto a si la existencia de una chica como Qin Yining realmente podría garantizar que el Gran Yan no cayera... ¿importaba?

La emperatriz había pasado muchos años al lado del emperador y, naturalmente, entendía lo que estaba pasando por la mente del emperador. ¡Solo necesitaba mover una ceja para que ella supiera sus pensamientos! El hijo del cielo, naturalmente, no sabía que la adivina nunca había dicho que la carne de Qin Yining podía mejorar la apariencia. Era algo que la emperatriz había inventado después de amenazar a la adivina. Tampoco podía decir muy bien: "¡La adivina me prometió esto y luego me engañó!", por lo que la emperatriz solo pudo soportar la pérdida en silencio esta vez.

—Naturalmente, es así si su majestad ha hablado. —La emperatriz lo estaba soportando, pero eso no significaba que estuviera feliz por eso. Lágrimas de agravio rodaron por su rostro—. Siento que mi carta natal es mala. Su Majestad criticó a Wang Yuxian antes, lo que supuso la perdición de uno de los pocos protegidos de mi padre. Tampoco hay muchos hombres en mi familia, por lo que solo podemos mirar a los protegidos de mi padre sostener a la familia. Wang Yuxian fue degradado y el harén imperial se burló de mí por ello. Quería animarme mejorando mi apariencia, pero no podemos hacer nada para conseguir a Qin-shi. Realmente estoy muy triste.

El regreso de la golondrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora