Se vistieron y pintaron. Y Yaiza finalmente optó por calcar su look de Londres, tardando media hora en intentar hacerse ondas en el pelo mientras Sandra le ponía laca la cual iría con su pelo rizado natural sin control alguno. "Seguro que a Nico le gusta", Yaiza dijo por pinchar, haciendo que Sandra recordase al alemán diciéndole que su melena era "lo más". Pensó incluso en alisárselo por no recordar esa escena que le ponía nerviosa y colorada a partes iguales.
Cercanas las diez de la noche, la puerta de la habitación de al lado, correspondiente a Sandra, sonó, pero no sabían que era esa puerta la que hacía ruido. Acto seguido, fue la de Yaiza la que empezó a recibir golpes, y esta, que sólo le faltaba ponerse unos pendientes, fue a abrir interesada, sin esperar encontrar lo que había al otro lado. Sebastian llevaba unos vaqueros que le hacían unas piernas mucho más delgadas que el mono de Red Bull, y una camisa negra con botones, entre los cuales tanto el de arriba como el de abajo estaban sueltos. Algo que le recordó a Londres.
- Vaya.-se quedó tanto tiempo mirándole que no había visto como él hacía lo mismo con ella. Se sonrojó al darse cuenta y se movió un poco para liberar nervios.- Es-estás muy... vaya.
- Vaya. –repitió ella- Gracias.
- De, de nada. Vaya, no, en serio, lo siento, es que—
- Vaya.
- Sí, vaya.-rieron. Por un momento Yaiza olvidó que llevaba el mismo vestido que la persona que tenía delante manchó. Lo olvidó porque sólo pensaba en lo tonta que había sido al desconfiar de él.
- Tú también estás muy vaya.-él rió y agradeció el supuesto cumplido.
- ¿Pasa algo? ¿Llegamos tarde?- Sandra, que había dejado que los tortolitos compartiesen segundos en solitario, apareció intrigada ya con la presencia del alemán.
- Oh, vaya.-Yaiza rió de nuevo a la palabra de Sebastian, que ahora miraba a Sandra igual de alucinado.- ¿Qué coméis en España?
- Lo mismo que Fernando.-Sandra posó sus manos en la cadera y mostraba cara de cabreada, esperando a que Sebastian le explicase de una vez lo que pasaba.
- Pero a él no le quedan tan bien los vestidos, seguro.-Yaiza volvió a reír y Sebastian la copió al darse cuenta de lo ingenioso que había sido su comentario.- No, en serio, no pasa nada, era para recogeros si estabais listas.
- Yo me estoy pintando.-dijo Sandra.
- ¿Eh?-Sebastian no entendió la palabra, y eso que no era complicada.
- Tengo un ojo negro y con máscara de pestañas, y el otro no. ¿En serio no te das cuenta?
- Oh...-se acercó a Sandra a comprobarlo y asintió.- Cierto, pues pasa a acabar, yo espero.
- Puedes entrar.-Yaiza no había parado de reír. Él aceptó y caminó tras ella, cerrando la puerta tras su paso.
- Qué ordenado todo.-miró a la cama en donde las maletas estaban abiertas de par en par, con todo desordenado.
- No hemos tenido tiempo de colgarlo en el armario.-se disculpaba la anfitriona. Sandra se pintaba en el baño. Yaiza estaba sentada a los pies de la cama, a donde fue a acompañarla Sebastian. Por un momento parecían una pareja de instituto en la hora antes al baile de graduación, cuando el chico va a buscar a la chica a casa y el padre de ella le abre con cara de mala leche. Ambos estaban sentados frente al otro, pero sin mirarse, como los dos jóvenes que se ven por primera vez antes de ese mismo baile de graduación y lo único que quieren hacer es gritarse lo guapos que están.
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MAPS
FanfictionTemporada 2014. Necesitaba darle un giro a su vida, y para ello se enfundó en su mejor vestido e ideó el mejor plan posible... un plan que se le iría de las manos y que acabaría llevándola a ella y a su amiga al lugar más deseado de la manera más in...