MAPS

C48 - Tercer día

La mañana del jueves fue la más costosa de sobrellevar. Desde primera hora, Sandra daba vueltas por su habitación intentando memorizar y organizar todos los eventos a los que debía acudir ese día. Primero los de Red Bull, y luego los de la FIA, entre los que se encontraba la rueda de prensa de pilotos. Se puso varias alarmas en el móvil para así poder ir recordándose a sí misma qué le tocaba a cada hora. El reloj marcaba menos de diez minutos para las ocho de la mañana y ya deseaba llegar al cuarto de nuevo para dormir. Echaba de menos a su amiga y compañera de trabajo, y entre eso y que era jueves, el desayuno no terminó de entrarle.

Apenas comió media tostada y ya sintió que su estómago quería expulsarla por donde había entrado. Sentía que su estómago daba vueltas por todo su cuerpo y que se peleaba con otros órganos. Posaba su mano en la tripa, mientras que con la otra se tomaba la temperatura en la cabeza para comprobar que los nervios no la afectaban tanto. No tenía fiebre, y el estómago dejó de hacer de las suyas tras el vaso de leche. Pese al relax momentáneo que le cedió su cuerpo, seguía sin querer probar bocado, pues dirigía las fuerzas de su cuerpo al lugar que no quería. Pensaba y daba vueltas a todo. Era jueves, y aún no se les había ocurrido la forma de hacer que Yaiza se quedase. Tenía dos entrevistas de Dani que cubrir, un reportaje con el mismo, varias fotografías y firmas de autógrafos, y una rueda de prensa a la que no tenía nada de ganas de asistir. Y sin embargo todo parecía ameno en comparación con el momento en el que la chica tomase una decisión y se la comunicasen a todos.

Quiso dejar de pensar, y ahora sí le interesó el destinar sus fuerzas a otra parte de su cuerpo. Comió un poco de fruta, pero aun así su cabeza seguía dándole vueltas. Ahora cambiaba de recorrido y se iba hasta el momento en el que le confesaba a Dani su sueño. Se reía por lo bajo al acordarse, y aunque negaba por el comportamiento del chico, sabía que Kimi no se enteraría por parte suya, por lo que su secreto estaba a salvo y ella al menos se había desahogado.

Luego se acordó del sueño en sí, y volvió a estremecerse tanto que dejó de pelar la manzana y empezó a comérsela con la piel sin darse cuenta. Le había estado buscando una explicación desde que se despertó aquel día, y no era capaz de encontrarla. Dani pasaba por la puerta del buffet, y se ponía a llegar su plato con fruta mientras la chica le miraba como si él tuviese la culpa de su malestar.

El australiano cogió otro plato más y cargó con tostadas, bollos y un tazón de natillas para la mañana, y buscando una mesa acorde a sus necesidades alimentarias, vio a Sandra en soledad mirándole con cara de desprecio. Rió y fue hacia ella.

- ¡Buenos días!

- De buenos nada.-Dani dejó de posar sus cosas en la mesa para mirarla aguantando la risa.- Es jueves.

- Y-ya, he mirado el calendario.-recibió una patada en la espinilla de parte de la chica nada más sentarse.- ¿A qué viene el mal genio?-su risa provocaba que Sandra pareciese feliz.

- Que es jueves, ya te lo he dicho.

- ¿No te gustan los jueves?

- ¡Yai, idiota! Que hoy es el día en el que...-movió la mano en el aire, no quería ni siquiera pensar en ello. Dani hizo un ruido con la boca recordando y entendiendo así el comportamiento de la chica.

- Piensa que al menos hoy no has soñado con K—

- ¡Pero se puede saber a qué viene esto!-soltó el último trozo de manzana sobre el plato, dando un golpe con el cuchillo al otro lado provocando que Dani se escondiese tras su brazo riendo. Ella se contagiaba.- ¡¿Me lo vas a recordar eternamente!?

- Es que es para recordarlo. El día de tu boda con Nico, yo daré un discurso y lo contaré.-Sandra se mantuvo en silencio, dirigiendo a Dani sus miradas de odio, y ni siquiera se sorprendió del contexto que usaba en la frase.- Que por cierto...