C19 - Vuelta a las andadas

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Se despertó con tiempo de sobra para no llegar tarde a la hora que Kimi le había dicho. Preparó su maleta, la más grande que tenía, y llamó a Samantha para hablar de su marcha. Su jefa no puso pegas, pues aún no habían programado nada en relación a Yaiza, y la tranquilizó al decirle que su equipaje podía viajar con el del resto de personal hacia su próximo destino. Una vez estaba lista, bajó con su maleta hacia el hall y fue a la recepción a avisar de que irían a su habitación a por el resto de cosas. Entregó su tarjeta, dio las gracias y se fue a uno de los sofás a esperar.

El hotel estaba prácticamente vacío en comparación con los días anteriores. Los largos minutos que pasó esperando a Kimi le sirvieron para darse cuenta de muchas cosas. La primera y más importante era que no se había despedido de Lewis. Por no hacer, no habían ni hablado después de lo que pasó hacía unas horas. Tampoco había vuelto a hablar con Nico, y se sentía mal por no haberse podido despedir de él, y más después de haber arreglado sus problemas de aquella forma tan apresurada. También se acordó de Jenson, y se moría de ganas de verle para darle ánimos después de haberse quedado fuera en su carrera número 250. No iba a buscar a Nico, y menos a Lewis, al que no sabía ni qué decir, pero sí cogió su teléfono y escribió un mensaje a Jenson, mandándole mil abrazos y prometiéndole una copa en China. El inglés contestó antes de que Kimi llegase al hall, y Yaiza estaba respondiéndole de vuelta cuando el finlandés llegó al sofá.

- Qué puntualidad.-comentó al verla allí preparada.

- No como otros.-Kimi llegaba con quince minutos de retraso. Sonrió de forma irónica y rápidamente volvió a su rostro frío. Yaiza se levantó y fue a él, pero Kimi se había girado dispuesto a andar.- ¿No me vas a saludar?

- ¿Hola?-dijo después de observarla incrédulo.

- En mi país se saluda con dos besos.-exageró. Kimi arqueó las cejas.

- Pero yo soy finlandés, estamos en Bahrain y nos vamos a Miami. España sobra un poco aquí.-cogió su maleta y se fue hacia la salida. Yaiza se sentía fatal al recordar a Nico y Sandra, pero no pudo evitar reírse por lo bajo ante la respuesta de Kimi. Salió por la puerta y allí estaba él apoyado en su maleta, mirando algo en el móvil.- Supuestamente debería estar ya aquí... El coche, digo.-añadió. Yaiza asintió.

- Tal vez se ha cansado de esperar.-volvió a recordar su tardanza.

- Es mi chófer, soy su jefe. Si tiene que esperarme, me espera.

- Pobre chófer...-Kimi la miró con rabia, pero era esa rabia que sólo Yaiza le sacaba. Ella rió y comenzó a bajar las escaleras.- ¡Tráeme la maleta!-le dijo una vez hubo bajado. Él protestó en su lengua natal y sin saber por qué, estaba bajando las escaleras con ambos macutos.

- ¿Qué narices llevas? Te recuerdo que en Miami se lleva poca ropa.

- ¿Eso significa que te voy a ver en bañador?-Kimi soltó las maletas al lado de Yaiza y se la quedó mirando indignado. Ella empezó a reír de nuevo y él se indignó aún más.- Perdona.-se disculpaba.- Es que te he imaginado y me ha hecho gracia.

- Estoy a tiempo de dejarte aquí.-amenazó, y se dirigió hacia un coche que pitaba, que debía ser el suyo. Yaiza seguía riendo mientras tiraba de su maleta, la cual volvió a coger Kimi a la llegada al coche. El piloto las dejó en el maletero, y Yaiza se sorprendió de que no fuese el chófer el que hiciese ese trabajo.

La chica se sentó en el asiento izquierdo de la parte trasera de aquel coche, y Kimi lo hizo en la derecha. No tardaron mucho en llegar al aeropuerto, pero a Kimi se le hico interminable pues tuvo que responder a las mil preguntas de la chica sobre la duración del vuelo, su estancia en Miami, y otras tantas cosas. Una vez allí Kimi dio a Yaiza su billete de avión, con todos sus datos puestos. Ella se sorprendió de nuevo, esta vez al ver que Kimi tenía sus datos sin habérselo preguntado. Empezaba a sospechar que el piloto tenía una doble personalidad.

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