Cerró la puerta de la casa y subió la escalera a paso lento. Bostezó varias veces antes de llegar al pasillo de arriba, y abrió la puerta del dormitorio intentando hacer el menor ruido posible pese a que tenía que despertarle. Iba adormecida, pero sus ojos se despejaron al verle dormir. Sonrió mientras llegaba a la cama y se dejó caer al lado con cuidado.
Sebastian dormía abrazado a la almohada, cabeza abajo, y pese a las horas que llevaba durmiendo su rostro mostraba verdadero cansancio. Yaiza paseó su mano por su pelo, rizado como a ella le gustaba, y no borró su sonrisa ni cuando el chico se despertó alarmado por el placer que le daba sentir sus manos. La miró sin moverse mucho, y tras sonreírla se acurrucó un poco más abrazándose a la almohada.
- Buenos días...-él asintió y prefirió no responderla asumiendo su nula capacidad para hablar en ese instante. Ella le dio unos segundos.- Mats y Erik ya se han ido.-fue el mensaje que necesitaba para terminar de despertarse. Alzó la cabeza y la miró con ojos ilusionados.
- ¿De verdad?-ella asintió riendo.
- Acabo de despedirles en la puerta, ha costado pero—Sebastian se incorporó sobre la cama sin terminar de creérselo. Se puso de pie en el colchón para salir de la cama, y fue andando hacia la puerta para mirar en la habitación de invitados. Yaiza le oyó festejar y a los segundos Sebastian entraba victorioso a su dormitorio.- Tienes una forma curiosa de querer a tus amigos.
- En estos momentos les detesto por habernos jodido el fin de semana, pero a la vez les adoro porque se han ido.-se acercó a ella y se agachó para darle un beso, y Yaiza se dejó llevar tanto que acabó tumbada sobre la cama con el chico continuando el beso desde el lado.
- Tampoco te emociones mucho.-él frunció el ceño a la vez que volvía a sus labios.
- Por qué...
- Han llamado para decir que adelantan el vuelo.-Sebastian se separó de ella y se volvió a incorporar en la cama. Ella hizo lo mismo, riendo al ver su cara de desesperación.
- Pero si salíamos a las cuatro de la tarde.
- Pues ahora a la una...-Sebastian sollozó y apoyó su cabeza sobre el hombro de la chica, que abría los ojos para abrazarle.
- Pero...pero...
- Sí, sí...-ambos pensaban igual, y ninguno quería decir nada.
El final de su semana había terminado siendo insufrible para ambos. Sebastian no tuvo otra que acoger a sus dos amigos en casa debido a sus insistencias por pasar un tiempo juntos. Las excusas de que no se veían nunca tocaron la fibra sensible de un Sebastian que tuvo que pedir perdón más de una vez a Yaiza, que hizo de madre de todos en la casa junto a Lourdes. La asistenta y Yaiza terminaron congeniando en demasía debido al horror de comportamiento que cogían los tres amigos cada vez que se juntaban por la casa, y sólo entrada la noche Yaiza podía disfrutar de calma por aquel lugar.
El viernes, Mats obligó a Erik, Sebastian y Yaiza a salir de fiesta a un local al que solían ir, y pese a que la chica suplicaba a Sebastian quedarse en casa, este se sentía culpable por dejar tirado a sus amigos, por lo que los cuatro salieron hasta las tantas de la madrugada. Sebastian se dio cuenta de su error cuando al día siguiente Yaiza apenas le dirigía la palabra. Tanto Erik como Mats se reían de él por no ser capaz de sacarla ni siquiera una sonrisa, y ella se indignaba con los tres por actuar como críos. Esa misma noche, Sebastian intentó convencer a los dos amigos para que se volviesen a sus casas, pero otra vez la vieja amistad que les unía terminó cobrando mayor fuerza y los dos se quedaron hasta el lunes.
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MAPS
FanfictionTemporada 2014. Necesitaba darle un giro a su vida, y para ello se enfundó en su mejor vestido e ideó el mejor plan posible... un plan que se le iría de las manos y que acabaría llevándola a ella y a su amiga al lugar más deseado de la manera más in...