C147 - Decepción

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Mentiría si dijese que no había pensado en él en todos esos días. Sabía que era inútil negarlo, y tal vez por eso ni siquiera quería confirmarlo. Estar en la fábrica de Lotus durante más de una semana no había conseguido borrar los recuerdos de su mente, ni siquiera de difuminarlos a base de trabajo.

Al fin y al cabo, de trabajo tampoco estaba tan cargada. Era jueves, se levantaba tras una tanda de pesadillas que le recordaban de forma cruel a la persona a la que no quería ver ni en pintura. Se metió bajo la ducha para que el frío la despejase, sin conseguirlo del todo, asumiendo también que la conversación que se le echaba encima nada más abrir la puerta tampoco ayudaría. Le miraba con los ojos vagos, mostrándole su descontento ante su visita.

- Antes hubieses pagado por verme tras tu puerta.

- Antes no me dabas sermones.-Kimi hizo una mueca mientras la dejaba cerrar la puerta y echarse la mochila a la espalda.

- ¿Desayunas?

- Todos los días, sí.-sonrió el chico. Ambos sintieron que se habían intercambiado los papeles esa mañana.- ¿Qué tal la semana?

- Apasionantemente corta, increíblemente aburrida y trepidantemente fría.

- Pues la mía ha sido una mierda.-resumió.

- ¿Mucho trabajo?

- Poco, nulo.

- Y supongo que también poco y nulo tiempo libre.-asintió ella. Llegaron al ascensor, pulsando el botón en dirección al hall.

- ¿Cómo llevas esta semana?

- ¿Hay alguna diferencia con la anterior?

- Es Monza.

- Insisto... ¿La hay?

- Vas de rojo.-dio un golpe en su pecho.- Debería.-guardaron silencio hasta que las puertas volvieron a abrirse, dándoles paso al camino hacia el buffet.- Tengo hambre, espero que haya magdalenas.

- Si Seb ha pasado por el buffet ya lo habrá vaciado de magdalenas.-Yaiza puso los ojos en blanco.

- Vaya forma cutre de sacarle en la conversación.-oía la risa de Kimi a su espalda, pero no se giró. Cogió un plato y fue hacia los stands.- Cada día te superas más.

- Me ha salido solo, no me culpes.-la siguió con lo mismo en la mano.- Bueno, puesto que ya has sacado el tema –volvió a poner los ojos en blanco- cuéntame qué tal la semana.

- Ya te he dicho antes—

- Va, venga, no lo alargues con excusas que si no, no acabamos nunca.-la chica dejó el plato en el borde de un stand para mirarle con rabia. Él decidió llenar ambos platos con comida sin inmutarse.

- Pues ha sido una mierda.-decidió confesarse, furiosa.- No me le he quitado de la cabeza, el trabajo no ayudaba, todo me recordaba a él, Charles encima no fue a la fábrica por lo que no tenía distracción –enumeraba con los dedos aún rabiosa- y para colmo ayer nada más llegar me le encuentro. Así que una auténtica mierda. ¿Contento?

- Mucho. ¿De fresa o frambuesa?-le enseñaba dos cuencos de mermelada. Ella señaló la fresa.- Me lo imaginaba.-lo puso en el plato.- ¿Piensas hablar con él?

- No. Así que te pido desde ya que dejes de insistir.

- No he insistido, pero vale.

- Por si acaso.-cogió su plato dejando a Kimi con las pinzas y una magdalena en el aire.

- ¿No querías magdalenas?

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