C51 - El último gran premio

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Cenaron juntos en el buffet, pero apenas alargaron la cena a más de diez minutos, pues Kimi tenía que regresar al circuito en donde le tocaba dormir ese viernes. Yaiza subió a su dormitorio, y se quedó dormida nada más tirarse en la cama. Al lado, Sandra llevaba ya un rato en el mismo trance, y soñaba con un fin de semana tranquilo en el que veía la Fórmula 1 desde la cabina de Charlie Whiting.

Cuando se despertó y comprobó su horario, descubrió que como mucho vería esa cabina en la lejanía. Le tocaban dos entrevistas con Dani, y luego supervisar con Yaiza otra en McLaren. Se duchó a prisas y salió del cuarto justo cuando Yaiza se disponía a llamarla para bajar a desayunar. Se sentaron en la mesa y charlaron como si fuese un sábado más en su nueva vida. Sincronizaron como siempre sus relojes para no perderse ningún evento al que tenían que acudir, y antes de los terceros libres, ambas estaban en la entrada al Pit Lane bebiendo agua por el agotamiento.

Fueron a Red Bull, y Sandra se sentó con Gina antes de la llegada de los pilotos para analizar un poco la situación de la tarde. Yaiza decidió caminar un poco por el Pit Lane, aprovechando que aún estaba permitido, y se acercó a los demás garajes a desear suerte a su gente. Primero por McLaren, en donde Jenson agradeció sin mucha esperanza el optimismo de la chica. Igual hizo Nico en Mercedes, que pese a que era el que más opciones tenía de quitarle el primer puesto a Lewis, llevaba unos días con un humor de perros por el circuito que no se lo quitaba nadie. Aun así no dudó en reír las bromas de la chica y en hacer las suyas propias. Ella se fue antes de que Lewis apareciese, por no soportar de nuevo esa tristeza que la poseía al verle, y llegó a Red Bull en donde Sandra y Dani bromeaban sobre el horario. Le dio una colleja amistosa al chico, y este rio como si fuese algo normal ese saludo. Hablaron un rato, y cuando quedaban diez minutos para la prueba, las chicas se alejaron hacia el fondo para sentarse. Sebastian entró a la vez, y Sandra clavó su mirada en Yaiza, que hacía lo propio en el alemán.

Ambos pilotos se subieron al coche, y pese a que no consiguieron gran cosa en la pista, Dani dejó una buena marca que le situaba a menor distancia de la esperada respecto a Lewis, que se veía superado por Nico. Sandra sonrió orgullosa, aunque se sentía pesimista de cara al gran premio con él. Yaiza discutía con su amiga ante lo decaída que estaba la pareja, y Sandra no paraba de culpar a Nico por contagiarle su pesimismo.

Fueron a supervisar una entrevista de Kevin en McLaren, y una vez esta hubo terminado, decidieron aprovechar la media hora que tenían antes de la clasificación para comer y quitárselo del medio. Lo hicieron en el hospitality de Red Bull, y esa fue la primera vez que Yaiza probó la comida de esa escudería. No le pareció nada mal, y pensó que incluso echaría de menos ese momento una vez se fuese. Fueron andando con calma hasta el Pit Lane, y ocuparon sus sitios en Red Bull hasta que a Yaiza la llamaron por los cascos para ir a McLaren. Sandra y ella se miraron sin entender nada, y Yaiza tuvo que vivir la clasificación desde el box de Jenson, acompañada de Jessica. Conversaban durante la Q1, sin darle mucha importancia a lo que veían por la pantalla. Rieron por lo bajo el accidente sin consecuencias de Maldonado, y en la Q2 agradecieron con aplausos que Jenson se clasificase para la siguiente ronda.

La chica sintió un pequeño escalofrío al ver que Nico no podía meter a su Force India en la Q3, y recordó lo que le dijo Kimi sobre arreglar las cosas con todos. Había hablado con Sandra, y también con Sebastian, aunque sin llegar a un acuerdo. Pero con Nico no veía opción de arreglar nada, y más si él decidió enfriar hasta hacer hielo con ella la relación entre ambos. Apenas prestaba atención a la última sesión mientras miraba el garaje de Kevin, en donde le coche ni siquiera pudo salir a clasificar, y tal vez por eso Jessica decidió cogerla de la mano para avisarla de lo que pasaba. Otra vez se la encogía el corazón al ver que nuevamente Sebastian paraba su coche en medio de su vuelta. Se disculpó de la chica y fue corriendo por el borde del Pit Lane hasta Red Bull, en donde Sandra esperaba en la salida sabiendo que su amiga no tardaría en llegar. Le costó bastante acercarse al garaje, pues cada dos por tres debía parar en seco entre escuderías para no ser multada por entorpecer el camino.

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