C160 - Un sentimiento poco común

59 2 0
                                    

Les hubiese gustado saber qué pasaba en las afueras del local en cuanto Sebastian y Yaiza salieron disparados hacia allá, pero todos se quedaron con las ganas. Sandra daba palmas combinadas con golpes al brazo de Kimi y Lewis, a sus lados. Estos dos mostraban aún un rostro sorprendido por la hazaña de Sebastian, mientras que el resto se dividía las sensaciones.

- ¿¡Quieres dejar de pegarme?!-Kimi finalmente paró a una Sandra que se centró definitivamente en el brazo de Lewis.

- ¡Por fin, joder!

- ¿Qué hubieses hecho si tardan un poco más? ¿Amputarnos alguna parte del cuerpo?-el finlandés calmaba los golpes que la chica había dado en su brazo pasando su propia mano por encima para masajearse.

- ¡Alégrate un poco!-le agitó, haciéndole rabiar un poco más.- ¡Han vuelto!

- Pero si no lo habían dejado—

- No llevan juntos ni unos minutos y ya estás agotado.-Lewis reía. Él bufó.

- No te haces una idea.

- Bueno, bueno...-Dani tosía para captar la atención de todos. Cogió su botellín y lo apuntó hacia su amigo Nico, que tenía el ceño fruncido mirándole.- Díganos, señor Hülkenberg... ¿Qué se siente al haber provocado que la mujer de su vida vuelva con el hombre de su vida que, por cierto, no es usted?-todos reían, menos el preguntado. Dani mantenía su botellín frente a Nico, cual micrófono, y el alemán se debatía en cómo estampárselo.

- No le piques. –Jenson le daba una colleja a Dani.- Ha hecho la buena acción del día.

- Del mes.-exageró el australiano, a lo que se le añadió Kimi.

- Del año.

- Iros a la mierda un poco, anda.-les dio la espalda, provocando que todos buscasen la forma de darle o un golpe o una colleja. Sólo Kimi se aguantó las ganas.

- Vamos a celebrarlo, venga.-Sandra se separó del sofá para mirarles a todos de frente. Nadie se movía, a lo que les animó moviendo las manos.

- Oye, no pretendo echar por tierra tu alegría, pero es que ya estamos de fiesta—

- Lewis, no te ofendas, pero esto es un aburrimiento.-él hizo una mueca de pena, bajando la mirada a su copa.

- ¿Por qué no me lo dejáis a mí?-miraron a Jessica, que tomaba la palabra. Jenson asentía, convenciendo con su gesto a todos de dejarse guiar por la chica en un cambio de local.

- ¿A este le invitamos?-yendo hacia la puerta, Jenson susurraba a Sandra mirando a Charles, que permanecía en la barra mirando su móvil. La chica rió.

- A la boda de Yai y Seb, por favor.

Hicieron bien en confiar en Jessica. Conocía más sitios que ellos, al igual que Jenson, y acabaron todos en un local tan pequeño como del que venían pero con mucha menos gente apelotonada y un ambiente más sereno. La música no dejaba sordo a nadie, de hecho apenas se distinguía. Estaba diseñado para pequeñas reuniones que necesitasen de ciertos minutos de relax, algo que consiguieron durante gran parte de la noche.

- ¿Irnos?-Sandra protestó.- Pero si acabamos de llegar.

- Llevamos aquí tres horas.-Kimi sollozaba.- Y tú querías fiesta, no sé qué fiesta es estar tirada en un sofá hablando sin parar.

- Todo lo que sea entretenerse con amigos es fiesta.-él negó con los ojos en blanco.

- No tienes ni idea de fiestas.

MAPSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora