C156 - Muchas cosas han cambiado

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No quería irse de allí, y aunque fingiese estar aburrido de su propio país, él tampoco quería marcharse.

El hacer las maletas les supuso un golpe pesado a su moral. Después de desear tanto aquello que finalmente tenían, el tener que volver a una realidad en la que tendrían que ocultarlo les hacía perder fuerzas. Kimi no iba a reprochárselo a Sandra, aunque todo dependiese de ella. La chica lo agradecía, sintiendo que finalmente respetaban su decisión de tomarse las cosas con calma.

Beneficiada por ese espacio para el análisis, pasó gran parte del vuelo intentando encontrar en el futuro un momento oportuno para encarar a su amiga. Seguía sufriendo de golpes de conciencia, una voz que echaba por tierra cada opción que ella ideaba. Todo le parecía descabellado, cualquier instante le parecía malo para poder hablar con Yaiza, y se sentía mal mirando a Kimi por hacerle esperar.

Empezaba a comprender su situación más de lo normal. Sentía ganas por hablar con su amiga. Finalmente las cosas parecían irle bien con él, y a ella más que a nadie necesitaba contárselo. Sobre todo a ella. A la amiga de Kimi. A la suya.

Pero la voz traidora de su conciencia la hacía alegrarse de no toparse con la chica a la llegada al hotel de Suzuka. Era de noche, algo que facilitaba el hecho de que por allí no se pasease nadie. Kimi obtenía la información sobre sus reservas en recepción mientras ella esperaba un poco más alejada, dejándose llevar por el nerviosismo y miedo a ser vista.

- Estás en la segunda planta.-se giró bruscamente a Kimi cuando llegó a ella. Cogió la tarjeta que le ofrecía. Asintió.

- ¿Tú?

- Cuarta.-repitió el gesto.- Nos vemos mañana. Descansa, que has pasado todo el vuelo despierta.-no paraba de asentir, y ahora le miraba sin saber cómo despedirse de él. Estaba realmente nerviosa, algo que Kimi pudo notar a la perfección. Decidió dejarlo estar, marchándose de allí para no hacerlo más difícil, ayudándola con ello a vaciar un poco la mente antes de dormir, aunque por la mañana todo volvió a golpear en su cerebro con la misma intensidad con la que golpeaban su puerta.

- Me da igual.-no había protestado nada a los tres chicos que esperaban tras su puerta y que ahora la cruzaban sin esperar. Dani llevaba la voz cantante, y negaba cualquier cosa que Sandra pudiese decir, dejándola boquiabierta todo el rato.- Que me da igual.-insistía. Tanto el australiano como Nico y Lewis se cruzaron de brazos frente a ella ya en el dormitorio.- Qué coño es eso de que te has ido a Finlandia.-Sandra resopló, poniendo los ojos en blanco.

- Ya os lo dije.

- Dijiste que te ibas a Finlandia con Kimi –puntualizaba el alemán.- pero nada más. Eso no explica mucho.

- No sé qué tiene de no entender.-Dani hizo aspavientos con las manos.

- ¿Desde cuándo nos guardas secretos?

- No son secretos, simplemente no iba a estar con el móvil—

- Al grano.-Lewis chasqueó los dedos para hacerla callar.- Qué ha pasado.-Sandra cogió aire.

- Habló conmigo el día de la fiesta. Me dijo que quería intentarlo pese a que Yai no se enterase, y nada, nos fuimos a Finlandia.-los tres seguían en la misma posición, mirándola cual juzgado.- No sé qué más queréis que os diga...-Dani empezó a asentir.

- Así que ahora es tu novio.-comenzó a andar, de brazos aún cruzados, a su alrededor, analizándola.- Ahora os daréis besitos y esas cosas de pareja.-Sandra dejaba sus ojos a medio abrir mostrando agotamiento.

- ¿Habéis hablado de bodas? ¿Hijos? ¿Caniches?-negaba con el mismo gesto a Nico.

- ¿Ya vivís juntos? ¿En qué lado del al cama vas a dormir?-Lewis continuaba.

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