C59 - A la deriva

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Sandra aprovechó que tenía el horario vacío para volver al hotel a descansar. Tenía pensado ir a las piscinas del mismo a darse un buen baño, pero el entrar por la puerta y encontrarse a su amigo Nico tirado en el sofá sin muchas ganas de hacer nada le indicaba que tendría que dejar el chapuzón para otro momento.

Se sentó con él y hablaron durante un rato. Por suerte para ambos, el nombre de Yaiza no salió de sus bocas en ningún momento, al igual que cualquier otro término que la hiciese referencia. Sandra consiguió sacarle varias sonrisas al chico, y este hizo lo propio después de que ella le pusiese al día con su situación con Nico. A ambos les vino bien desconectar, y pese a que el escucharse no les sirvió para encontrar una solución a sus problemas, sintieron que la presión que sentían ambos se había esfumado un poco.

Pero Sandra no estaba dispuesta a quedarse sin su baño, y viendo que Nico no estaba por la labor de hablar mucho más tras su conversación, tiró de él para que la acompañase a la piscina. Mientras ambos peleaban por ver quién era el primero en entrar al frío agua, en el circuito Yaiza corría a toda prisa hacia el hospitality de Red Bull tras haber perdido la noción del tiempo tumbada sobre una colina de hierba. Eran pasadas las cinco, y aunque sólo se retrasaba cinco minutos con el medio alemán, sentía que Sebastian la iba a matar por tardar veinte minutos más de su hora acordada.

- ¿Dónde estabas?-La sonrisa del chico mientras le susurraba la pregunta tranquilizó un poco a la chica, que entraba con él al hospitality mientras cogía aire en grandes cantidades.

- Perdida por el monte.-le explicó con el mismo tono de voz.

- ¿Como Heidi?-rió él, y ella le miró con las muchas ganas de seguirle, pero decidió que sería mejor parecer profesional ante los periodistas. Para empezar les pidió disculpas por el plantón del día anterior, y después puso en orden con ellos el guion del reportaje. Tuvo que ceder, como detalle por el problema sufrido anteriormente, a que fuese lógicamente en alemán, pese a que el originario, al contar con Dani, iba a ser en inglés.

Se pasó la media hora que tardaron en hacer el reportaje mirando a la pared en busca de algo que la entretuviese. El no entender nada de lo que el chico o los periodistas decían la provocaba unas ganas terribles de quedarse dormida sobre la silla en la que estaba. Tuvo la impresión de que había dado una cabezada cuando Sebastian chasqueó los dedos frente a su cara para avisarla de que había acabado, e intentaba recordar el momento en el que todos habían puesto punto final a la grabación, aunque no le venía a la mente.

El chico se fue y ella se quedó a darle un último análisis a la grabación con la reportera alemana antes de poner rumbo al hotel en donde Sandra ya había vuelto a su dormitorio. Yaiza se dio una ducha rápida, y antes de vestirse, llamó por teléfono a su amiga para que acudiese en su ayuda. Sandra llegó al momento, y juntas miraron el armario de la chica en busca de algo que ponerse.

- ¿Tú qué vas a llevar?-le dijo a la recién llegada, que se mostraba tan dudosa como su amiga.

- Pues nada interesante, pensaba ponerme unos vaqueros y—

- Vamos a un yate, Sandra. En Mónaco. Por favor.

- No me apetece ponerme un vestido o una falda.

- Pero a mí sí, y no voy a ir sola así vestida...-Sandra dejó los ojos en blanco.

- Eres insoportable, en serio.-Yaiza burló y sacó unos cuantos vestidos de las perchas.

- A ver. Cuál.

- Este.-señaló uno blanco lejía en palabra de honor que dejaba ver que era demasiado ajustado.

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