C39 - A un lado

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Ni siquiera sabía que se había llevado el teléfono consigo, y cuando lo oyó sonar lo buscó alarmada por el dormitorio. Estaba en el bolsillo de su pantalón, vibrando sin control y mostrando un mensaje de cuatro llamadas perdidas más la que sonaba en el momento que sólo conseguía alarmar más a Sandra.

- S-sí.-lo cogió sofocada y se decidió a escuchar mientras se intentaba peinar con la mano. Chloe la pedía explicaciones de la forma más amable que podía desde el otro lado del teléfono, y Sandra dejaba su melena para ocultar su cara bajo sus dedos llena de vergüenza. No sabía qué excusa ponerla, y se retiró el teléfono de la oreja un segundo para mirar que eran las nueve y media de la mañana, lo que la dejaba en la peor posición posible. Tartamudeaba mientras se excusaba, y agradeció asintiendo varias veces que Chloe sólo se dedicase a meterla prisa.- V-voy para allá.-colgó el teléfono y lo tiró a la cama, y cuando se quedó frente al colchón sintió que caía desde las nubes en las que había dormido de bruces contra el suelo. Kimi la miraba atónito pero sin inmutarse demasiado, lo que llevó a Sandra a tirar de la sábana que colgaba de la cama para taparse como pudo.- Qué.

- ¿Haces esto a menudo?-la chica buscaba por el suelo el resto de su ropa mientras ahora Kimi buscaba algo con lo que taparse él.

- El qué.

- Pasearte desnuda por el cuarto.

- Me pasearía vestida si no me llamasen por teléfono para decirme que llego tarde a trabajar.-Kimi hizo una mueca justo cuando la chica cogía todas sus cosas para ir al cuarto de baño. La sábana seguía anclada al colchón, y le costó tirar de ella para que la acompañase al servicio, pero lo consiguió. Kimi se puso en pie cuando ella desapareció y comenzó a vestirse sin mucha prisa. Oía a Sandra protestar en el baño cada vez que se caía algo y no podía evitar reír.

- Oye, no es por nada –se paseaba por la puerta de baño para no tener que gritar- pero deberías tranquilizarte un poco.

- Qué fácil decirlo.-abrió y dio un golpe seco en la pared con la puerta. Iba dando saltos poniéndose las sandalias.

- Fácil no, pero trabajas conmigo, y yo no estoy así que mucho no tendrás que hacer.

- No todo gira entorno a ti ¿Sabes?

- Yo creo que sí, pero no voy a debatirlo ahora.-Sandra resopló ignorando su comentario y fue a por su móvil para salir de allí.- ¿Te vas?

- ¿No te has enterado aún de que llego tarde?

- ¿No vas a desayunar ni nada?

- No.-abrió la puerta.- Aún tengo que pasar por el cuarto a cambiarme.-él se encogió de hombros a la vez que la chica cerraba con un portazo.

Odiaba llegar tarde, y más si era al trabajo, pero de camino al dormitorio se dio cuenta de que esa había sido la mejor excusa para no tener que afrontar la mañana junto a Kimi. Cuando cerró la puerta de su cuarto se quedó apoyada en ella ignorando las prisas que tenía para analizar lo que le llegaba a su mente como flashes. Miraba a los lados sin comprender nada, y por mucho que lo intentaba, no llegaba a una conclusión por la cual hizo lo que hizo.

Ahora la excusa del trabajo le servía incluso a ella, que se iba corriendo hacia el armario para buscar en su maleta el polo de la FIA que la hiciese olvidar la noche anterior. Salió corriendo del cuarto con su mochila y bártulos para pasar por el buffet a velocidad supersónica, arramplando con unas servilletas que rodeaban donuts y croissants para el camino al igual que un pequeño brick de zumo. No había opción de ir andando, pese a que ya recordaba el camino al recinto, así que se acercó al primer taxi que había allí para pedirle con un intento de amabilidad inexistente que corriese como el viento hacia el circuito.

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