C14 - Nuevas conversaciones

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Se despertó en una cama que no era la suya, y tardó en recordar cómo había llegado a ella. Oyó a Lewis andar por la habitación, mientras colocaba un poco algunas cosas y guardaba en el armario algunas otras. Yaiza estaba igual que la noche anterior: con su vestido blanco y su trenza deshecha a un lado. Se acomodó en la cama y el ruido del edredón girando a su alrededor llamó la atención de Lewis, que se giraba y la sonreía con ternura. Se fue a sentar a su lado.

- ¿Cómo estás?-la preguntó mientras retiraba el pelo de su cara. Ella sonreía con la misma ternura pero con mayor debilidad.

- Cansada...

- Es normal... Ayer te desahogaste bien ¿eh?-intentaba sonsacarla una sonrisa, y ella le correspondía con una tímida. Recordaba haber estado toda la noche con Lewis, sentada sobre su cama, llorando o manteniendo el silencio sobre su hombro. No recordaba siquiera haber dicho una palabra. Lewis dio un beso en la mejilla a Yaiza, que se estremeció al sentir los labios del inglés en su rostro. Llevaba su ropa de Mercedes, y eso le hizo dudar a Yaiza sobre la hora.- Sandra ha llamado, y ha dicho que no trabajáis hasta el mediodía. Ahora son las diez, así que tranquila.-agradeció que el piloto leyese su mente. También agradeció que no insistiese en el tema de Kimi, y en parte se negaba a querer hablar de ello porque le avergonzaba llorar por semejante acontecimiento, el cual otra persona sería capaz de ignorar.- Yo he de irme ahora, puedes quedarte lo que quieras. Dúchate, baja a desayunar... No te van a decir nada, ya avisé que eras visita mía.

- Gracias...-intentó generalizar con esa palabra todos sus sentimientos hacia él, y Lewis pareció entenderlo a la primera. Se acercó de nuevo a ella y la besó en la otra mejilla. En ese momento, Yaiza suplicaba que el inglés se girase hacia el centro de su rostro y la besase, pero Lewis se iba hacia la puerta despidiéndose de ella.

Se duchó y se secó el pelo con el secador que había en el lavabo, y decidió hacerse una coleta que le retirase el pelo de la cara, pero sus mechones del antiguo flequillo caían por los lados. Se puso su mismo vestido, y se sintió extraña bajando así a desayunar, y tal vez por eso tardó apenas diez minutos en abandonar el hotel de Lewis.

Fue hacia el suyo, y apenas sintió dolor en sus pies por los tacones, pues estos ya estaban adormilados desde la noche anterior. Entró por la puerta y subió a su cuarto, y tras cerrar la puerta tras ella, notó como la de al lado hacía lo mismo. La suya sonó, y tras ella estaba Sandra.

- Estaba esperando a que vinieses.-le dijo, y entró en el dormitorio con su ropa de la FIA puesta y su mochila a la espalda. Yaiza evitó hablar con ella, pues conociéndola, iba a sacar el tema del finlandés, y así lo hizo cuando la chica hubo salido del baño con su uniforme puesto.- Me lo cuentas o qué.

- No.-fue clara.

- Yai—

- Sandra, no quiero hablar de ello.

- Pero quiero saber qué te ha dicho o hecho.

- Nada ¿Vale? Tenías razón. ¿Es eso lo que quieres saber?

- ¿A qué te refieres?-le molestaba que su amiga se irritase con ella, pero contaba con ello al sacar el tema.

- Kimi es un imbécil, es lo que siempre has dicho, tú tenías razón y yo he sido una idiota. ¿Podemos dejar el tema para siempre?-la chica sentía que iba a romper a llorar, y por eso se giró para evitarlo.

- Como quieras, pero tenemos que ir a supervisar la entrevista con los alemanes.-no quiso mencionar el nombre de Sebastian, pues iba relacionado inevitablemente con el del finlandés. Oyó a su amiga suspirar como si no quisiese que eso ocurriese, pero no le quedó más remedio que cambiarse y echarse su mochila al hombro y bajar con Sandra a buscar un minibús que las acercase al circuito.

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