C9 - De Aprendiz y Paciencia

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Sujetaba un botellín de cerveza en el que no quedaban más que los restos de una bebida que ya había ingerido. Paseaba por la cubierta del barco sin saber qué hacía allí, y asintiendo sin parar mientras que recordaba sus pocas ganas en asistir a esa fiesta. Si no fuese porque sabía que Yaiza no estaba bien, iría hacia ella a restregarle que tenía razón y que Kimi, el cual se le acercaba por un lado, no era de fiar. Su cara de odio y desprecio hizo que el finlandés frenase el paso cuando estaba cerca de ella.

- Jo-der si tanto asco te doy me piro.-dijo él levantando los brazos, defendiéndose de la mirada de Sandra.

- Harías bien.-le invitó, pero él demostró que sus intenciones de cumplir los deseos de Sandra no eran más que falacias.- ¿Nunca haces nada por los demás? Como irte a la mierda, o algo así.

- No te creas.-se apoyó en la misma zona de la valla protectora que estaba Sandra, y esta achinaba los ojos como si intentase explicar el motivo de la presencia del piloto. Él bebió de su botellín, el enésimo.- Suelo hacer muchas cosas por los demás, pero ellos no se dan cuenta.

- Pero irte a la mierda no entra entre ellas.

- No, esa no, siempre se me olvida.-se hacía el gracioso irritante, y a ella le parecía más lo segundo que lo primero. De hecho, lo primero no lo veía en kilómetros a la redonda.

- Eres un—

- Eh, eh. Relax. Toma un trago.-le ofreció el botellín, el cual ella cogió encantada y lo lanzó por la borda. Kimi se giró lentamente hacia el mar, que estaba oscuro por las horas, y obviamente no dio con él.- Ahí te has pasado.

- Qué coño quieres.-insistía una agotada Sandra.- Te recuerdo que Nico no está para defenderte.

- ¿Me vas a pegar?-se reía.

- No me pruebes.

- Vale, vale.-alzó las manos. Sandra empezaba a vislumbrar que el piloto llevaba demasiadas cervezas.- Tu amiguita está bailando con el rubio este, Hülkenberg.-parecía no recordar su nombre, pero la chica entendía que era una mera forma de ofenderle.- Ya parece que se le ha pasado el cabreo.

- ¿De qué vas? ¿Vienes aquí a burlarte de mis amigos?

- Vengo a explicarte -pronunció más de la cuenta esa palabra.- por qué estáis tan cabreados.

- ¿Y por qué merezco tal honor?-bromeó ella con mucha furia.

- No lo mereces, pero a Hülkenberg no se lo voy a contar porque me ha empujado, y a Nico no le he encontrado.-se giró en busca del alemán mirando hacia la zona donde había fiesta, en la popa. Ellos, desde la proa y en solitario, se quedaban en silencio, y Sandra barajaba si irse o pararse a escuchar la excusa que le pondría Kimi.

- Que la vaya a escuchar no significa que la vaya a creer, ni mucho menos que cambie mi opinión sobre ti.-él rió.

- No, si puedes seguir odiándome, tú a mí también me caes mal, pero es que veras, te sorprenderá pero no me gusta que la gente piense mal de mí. No al menos sin motivo.-intentó explicarse, pero su cara mostraba ese tono irónico que tanto molestaba a Sandra.- Verás, si soy hijo de puta, lo soy, y no me importa que me lo llames. Pero lo de hoy no ha sido mi lado hijo de puta ¿Entiendes?-tenía pocas ganas de explicarle a la chica todo lo que acababa de pasar, y ella se daba cuenta.

- Me importa bien poco tu excusa.

- Pero la vas a escuchar.

- ¿Por qué?

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