C82 - Reunión

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Sandra y Yaiza dejaron que los chicos fuesen a ducharse y a calmarse tras la carrera antes de ponerse a dar más declaraciones. Dieron una vuelta por el Paddock, y puesto que no vieron a nadie, no pudieron avisar sobre la fiesta a ningún invitado.

Que Britta y Gina las dejasen el resto de la tarde libre las ayudó a ir al hotel a decidir qué ponerse. Sandra ignoraba la idea de que Nico y Kimi pudiesen coincidir en esa fiesta, y prefería centrarse en que tenía que celebrar la victoria de Dani a lo grande. Yaiza estaba más tranquila respecto a la idea de que Lewis decidiese ir, pues Sebastian se había mostrado bastante conforme a su asistencia, y al igual que Sandra, recorría el armario de su cuarto buscando la prenda perfecta. Yaiza decidió llamar a su amiga y puso el manos libres.

- Vale, a ver-hablaba con los brazos en jarra, juzgando su armario.- Qué me pongo.

- No sé qué ponerme yo...

- Tía, tú el vestido granate.-Sandra se mantenía en la misma posición que Yaiza frente a su armario.

- ¿Granate?

- Sí, joder, lo vi el otro día.-Sandra lo buscó y dio con él.

- No sé...

- Tía, es precioso, no me jodas.-Sandra miraba su vestido, de tirantes finos y corte recto en el pecho. Lo miraba dudosa, recordando que le quedaba demasiado ajustado de cintura para arriba.

- ¿No es mejor—

- Sandra, ese. Y zapatos negros.

- Sí, mamá.-Yaiza rió, y pasaron unos segundos hasta que volvió a hablar.

- ¿Y qué me pongo yo?

- Algo negro.

- ¿Por qué negro?

- Porque a Seb le gusta el negro.-Yaiza frunció el ceño.

- ¿Sí?

- ¿Yo que sé?-rió.- Pero se enamoró de ti cuando ibas de negro.-Yaiza se puso roja, y Sandra fue como si lo sintiese desde la distancia, por lo que empezó a reír.

- Eres tonta...

- Yo no soy la que te tiró vete a saber qué por encima.

- Cállate.-no quiso pensar en ello, y buscó algo que ponerse.- Tengo muchos vestidos negros...

- El cuarto por la derecha.

- ¿Perdón?

- Que te pongas el cuarto por la derecha.-se inventó, y Yaiza la hizo caso cogiendo el cuarto vestido por la derecha que encontró. Era palabra de honor, tan ajustado como el de Sandra, y pese a que el granate tenía vuelo desde la cintura, el negro iba embotellado, y tenía el detalle de dejar la piel destapada en la cintura, formando una forma geométrica con la apertura de la espalda.

- Tía...

- Qué.

- Es demasiado de puta.-Sandra rió.

- ¿Y para qué te lo compras?

- Para ocasiones en las que busque ser puta, pero hoy no quiero, joder.

- O te pones el negro o no me pongo yo este.-señalaba su vestido como si pudiese verlo su amiga.

- Vale, vale... ¿Me aliso el pelo?

- No, déjalo ondulado o algo.

- Tú con rizos ¿Eh?

- Obvio.

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