C8 - Errores

139 9 0
                                    

A veces pensaba que era una tontería llenar su tazón de cereales pues al final siempre quedaban flotando en la leche del tiempo que en un inicio estaba fría. Sólo se rendía cuando dejaba colgando por el borde de su cuchara el cereal más largo que encontraba y este se doblaba como si fuese un fideo. Parecía decepcionado con el hecho de que ni siquiera fuese capaz de controlar el estado de su comida.

- Prefiero desayunar con la prensa que contigo.-Kimi no buscaba ser amable, y su amigo tampoco esperaba que lo fuese, pero le sirvió como toque de atención al darse cuenta de que llevaba desde que se había sentado callado.

- Perdón.-soltó su cuchara en el plato del café y cogió la taza para darle un sorbo.

- Eres un jodido moñas.

- Gracias.-Sebastian era inmune a cada palabra de su amigo, que se irritaba cuando no conseguía respuesta en la persona a la que se dirigía.

- ¿Vas a estar así mucho tiempo? Es que en serio, para eso me quedo en el cuarto durmiendo—

- He dicho que perdón ¿No?- Al alemán le molestaba que su amigo insistiese tanto en sacarle palabra. Desde que se había enterado de lo de Yaiza y Nico no parecía tener ganas de hablar con nadie, y se refugiaba con sus mecánicos, a los que les soltaba las frases más largas en relación a su coche. Como si fuese a través de ellas cuando por fin soltaba todo el aire que había guardado durante el día.

- Yo es que sigo sin ent—

- Ya lo sé.-le cortó, y pegó el último sorbo a su café, dejándolo de nuevo en el platito.- Tú y todos, ninguno lo entendéis. Pero soy yo el que lo vive y el que reacciono como me da la gana.

- Borde.-Sebastian alzó la mirada con las cejas aún más levantadas. Kimi le miraba con una mueca.

- ¿Tú me llamas borde? ¿En serio?

- Imagina cómo tienes que ser para que te lo diga yo.-Sebastian negaba con la cabeza con una pequeña risa, la primera que soltaba en varios días. Kimi no mostró sentimiento alguno en su rostro y ahora él bebía el café. - ¿Qué harás este finde?

- Dormir.-fue tajante.- Intentar despertarme sobre el coche el viernes en los libres.

- Pues ya puedes tomar somníferos.

- ¿Tú qué harás?

- Vienen unos amigos a verme, y he alquilado un barco para pasear por el río.

- ¿Tenías amigos?-bromeó. Kimi no se inmutó.- ¿El río? ¿No es mejor irse al mar?

- Da pereza, y costaba más caro.

- Claro, supongo que no te llegaba.-Kimi miró de reojo a Sebastian mientras movía los últimos restos de café de su taza.

- Pásatelo bien durmiendo.-se fue a levantar el finlandés.

- ¿No me vas a invitar? Ya te he dicho que no tengo plan, podrías ser generoso.-parecía más animado que al principio de la conversación.

- No, que no me llega. Ahora te vas a dormir.

Sebastian reía mientras Kimi se alejaba por el buffet del hotel. Antes de pasar por la puerta, se cruzó con Lewis, que le saludó amablemente aunque el finlandés fue tan frío como siempre en la respuesta.

Lewis iba solo, y apenas tardó en coger su desayuno, que eran cuatro tostadas, un zumo de naranja y un café solo. Se sentó en una mesa alejada del pequeño grupo de gente que se había formado al lado de los ventanales del hotel, y allí se puso a degustar su almuerzo.

MAPSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora