C11 - Poco a poco

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- ¿Tan tarde?-Sandra no quería despedirse de Nico.

- Tampoco es tanto, vosotros llegaréis el fin de semana y nosotros el martes.

- ¿Y dormiréis en el hospitality todos los días?

- No, seguimos yendo sólo las noches de competición. Al menos durante unos grandes premios más...-Sandra respiró aliviada.

- Joder es que esta semana apenas nos hemos visto.

- Ya... tan cerca y tan lejos.-puso tono dramático a esas palabras sin poder evitar que Sandra riese. Por última vez en Australia junto a él. Ambos estaban en la puerta del dormitorio de la chica, y por muchas ganas que tuviese ella de que Nico entrase, este se debía ir. Besó a la chica con ternura, como si quisiese dejar tatuados en sus labios un beso permanente hasta más ver, y ninguno supo cómo despedirse.

- En fin...-dijo ella.

- Pasará volando todo, ya verás.-la dio ahora un beso más corto y tierno, el último.

- Llámame ¿Vale?-él asintió, y tras mantener su mano unida a la de Sandra unos segundos, se alejó por el pasillo hasta desaparecer al final del mismo. Sandra entró en su cuarto y se tumbó en la cama, mirando a la pared. Cogió el móvil y miro el calendario, e intentando no emocionarse, contó los días que quedaban para volver a verle.

Melbourne estaba desértico después del Gran Premio. Sandra y Yaiza desayunaban en el hotel casi solas, con apenas dos o tres miembros más de Lotus, que parecían no haberse ido. Ambas comían sin ganas, pues Samantha las había llamado para que fuesen a la central a media mañana para realizar un análisis de la prensa tras la carrera.

- Apasionante.-dijo Sandra cuando la chica le explicó la llamada.

- Cuatro años de carrera para esto. Para analizar lo que otros hacen.

- Al menos estás en algo de periodismo. Yo veo ingenierías de lejos, y ni puedo acercarme...

- Espero que se pase rápido.

Fueron tirando para el Paddock mientras hablaban de cosas ajenas a la Fórmula 1, y pensaron que era la primera vez que lo hacían desde su llegada. Sin embargo, y después de que Sandra contase a Yaiza lo triste que estaba por no volver a ver a Nico en un tiempo, la amiga se acordó de un detalle que olvidó mencionarle a la chica durante el desayuno.

- ¿Sabes a quién me encontré el ayer subiendo las escaleras?

- ¿Cuándo?

- Cuando me despedí de estos, que os quedasteis Nico y tú.-Sandra negó y Yaiza tardó unos segundos en responder.- A L-lewis.

- Mentira.

- Verdad.

- ¿Y qué pasó?-Sandra parecía más asustada que interesada.

- Me sonrió. Mil veces.-explicó a fondo.- Le saludé y no sé por qué, iba tan cansada que ni le vi y ale ¡hola! como una tonta. '

- ¿Y él?

- ¡hola! Como un tonto.

- Tontos.

- Eso digo.-Sandra se reía por la conversación de besugos que tenían, pero le daban ganas de saltar porque la cara de Yaiza estaba radiante.- Y nada, que qué tal estaba, y yo con cara de... ¡Pues flipando! ¡Cómo voy a estar!

- Sonriendo dices que estaba.-sabía que sí, pero le quiso recordar a su amiga esa imagen.

- Cállate, qué horror. ¿Por qué está tan guapo?

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