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C179 - Una retransmisión

Era cuestión de segundos que Sandra consiguiese borrar cualquier pensamiento ajeno a ellos dos que Kimi pudiese tener. Finalmente, Kimi había encontrado lo que de verdad necesitaba, aunque siempre lo hubiese tenido muy claro. Sólo le había hecho falta encontrarse en una situación en la que la realidad se chocase contra sus intenciones de seguir ignorándola, llegando justo en aquel momento.

Para Sandra, la simple idea de que el chico se hubiese decidido a besarla implicaba tantas sensaciones que no recordaba que le era incapaz el analizarlas en ese momento. A la única conclusión que llegaba es que todo era positivo. Se olvidaba de la prensión que hasta hacía unos segundos había estado poseyéndola, se olvidaba de las distancias que pretendía mantener, y se aferraba a su cuello para no dejarle marchar.

Ambos habían necesitado tanto ese momento que si hubiesen podido, se habrían inmerso en una discusión sobre quién estaba saliendo más beneficiado de todo aquello. Que la chica mantuviese sus manos en su cuello para impedirle marchar sólo ayudaba a que Kimi siguiese sus órdenes, besándola ahora con una calma bastante distante a la inicial. El cuerpo de la chica se mantenía apoyado en el marco de la puerta, sin importarle su incomodidad pero alegrándose levemente cuando sintió la mano de Kimi llegando a su cintura. La quería desplazar de allí, buscaba esconderse ahora de cualquier sensación negativa que pudiese aparecer de la nada. Se sintió protegido de ello cuando Sandra cerró la puerta de su cuarto una vez él la hubo hecho entrar, aún tirando de su cuerpo. Fueron los únicos segundos en los que sus bocas estuvieron separadas, regresando la una con la otra en cuanto la oscuridad de la habitación era el único testigo.

Era ella la que ahora desplazaba el cuerpo de Kimi. Lo hacía dando pequeños pasos que le animaban a tomarlos por igual, tirando por el camino su bolso al suelo. El cuarto principal y posterior pasillo se les hacían demasiado interminables para sus deseos de estar aún más recogidos.

Su dormitorio les recibió de grata manera, con la luz de una inevitable madrugada mezclada con los últimos rayos de una luna ya cansada. Una imagen placentera que ambos ignoraban y que sin duda no les preocupaba. Kimi sustituía ahora a Sandra en cuanto a las ganas de impedirse parar. La sujetaba por el rostro, dejando sus labios justamente pegados a los suyos, no dejando que nada pudiese interponerse entre ambos rostros. Algo que la propia Sandra suplicaba, tirando en ese caso de su camisa para pegarle junto a ella y dejar clara su ansia.

Sintió que esta se había expresado con claridad cuando notó los brazos de Kimi haciendo fuerza en sus piernas para alzarla en el aire. Inevitablemente, Sandra cruzaba sus extremidades tras su espalda, buscando un apoyo que le impidiese dejar de besarle mientras Kimi la giraba hacia el colchón, tumbándola sobre el mismo y ofreciéndola de nuevo estabilidad.

Fue de nuevo el momento en el que sus labios se separaron, tardando mucho más en este caso en recuperarse el uno al otro. Finalmente hacían caso de la luz que les acompañaba, agradeciéndola poder disfrutar del rostro de su acompañante una vez más antes de volver a perderse en sus besos. Cada gesto compartido significaba cada vez más pasión. Pese a la cercanía temporal entre uno y otro, los nuevos besos parecían dejar atrás horas eternas de distancia que les habían impedido vivir con normalidad.

Les gustaba sentirse así. Comprobar que sólo la persona a la que acudían para recuperarse era capaz de proporcionarles tal relajación.

A medida que sus besos iban aumentando en cantidad, la necesidad de ambos por llegar a una mayor unión también seguía su ritmo ascendente. Por un instante, Sandra lamentó que Kimi abandonase sus labios pese a cualquier buena intención que pudiese tener con eso. Recuperó el bienestar al sentir su boca recorriendo su cuello, olvidándose de cualquier temor que su breve marcha le hubiese podido provocar. Llevó una de sus manos al pelo del chico, moviéndola de arriba abajo para dejarle claro lo bien que lo estaba haciendo. Ayudándole con ello a seguir.