Se topó con un Santiago sonriente en cuanto se giró hacia la entrada del hotel. El hombre mostraba una preocupación bajo su gesto amable por ver que el protagonista de su fiesta se había ido, pero no se negó a escucharle en cuanto Sebastian le pidió si le podían prestar un coche urgentemente. Santiago llamó a uno de los chicos que por allí andaban aparcando autos y en seguida le trajeron uno en el cual no reparó mucho en adivinar su marca.
Bajó hacia el coche mirando desde su posición al gran ventanal en el cual podía ver aún a una Yaiza llorosa que no podía estar más ausente de todo. Sentía que seguía ahogándose en su interior, y que el coche fuese descapotable ayudó a que el viento de frente fuese congelando las pocas lágrimas que dejaba caer por su rostro. Conducía por la carretera sin pararse a preguntar si iba bien encaminado, pero cuando divisó el hotel en la distancia pisó más el acelerador esperando llegar aún antes a aquel sitio.
Llegó a la entrada y aparcó en la misma puerta, ignorando por completo al chico que le pedía las llaves para aparcarlo en la zona trasera del hotel. Le negaba sin saber lo que le decía, y el muchacho no se atrevió a repetírselo al verle tan apresurado. Empezó a subir las escaleras a toda velocidad, frenando en la mitad al ver que alguien le miraba desde lo alto. Él también se le quedó mirando sintiendo unas ganas de llorar aún mayores en su interior, pero la poca fuerza que tenían sus piernas era aún más notorias en él. Ni siquiera podía respirar bien tras la leve carrera realizada y el aguantar el viento de cara en el camino en coche, y cuando sintió a Kimi justo delante estuvo a punto de agarrarse a él para no caerse.
- Ey...-Kimi parecía leerle la mente, apoyando su brazo por encima de su hombro y agarrándole con el otro.- Estás blanco.-no supo si se burlaba de él por la ropa o si de verdad su color de piel estaba tan pálido como para notarse, pero decidió negar dejándose caer en un escalón. Escondió la cabeza entre sus brazos, tirándose del pelo otra vez con unos dedos que temblaban demasiado a la vista de Kimi.- Seb, qué pasa.-Sebastian negaba, pues de repente no sabía qué decirle. Kimi retiro su brazo de por encima de su hombro sólo para poder dejarle respirar mejor, aunque a Sebastian la diferencia le pasó desapercibida.- Seb...
- Es Yai...-su voz estaba tan rota como se imaginó al verle llegar. Esta vez Sebastian no se preocupó en taparla un poco. Kimi se limitaba a esperar mientras su amigo echaba mano de su móvil con aún manos temblorosas en busca de su correo electrónico. A los pocos segundos se lo enseñó a Kimi, mostrándole así las numerosas fotos de la chica y él tanto en Nueva Zelanda como en Cancún. Kimi se tomó su tiempo.- Britta n-no ha podido evitar que se publiquen.- Miraba a su amigo, que tenía la mirada perdida en la carretera y mar de fondo a la vez cubierta bajo una capa de llanto. No sabía qué decirle.
- ¿Cómo estás?-la respuesta era obvia, pero sentía necesidad por preguntárselo.- Sé que no te gusta nada esto.-negó sin pestañear siquiera.- ¿Y ella?-cerró los ojos sólo de recordar la última imagen que tenía de Yaiza, y en el acto una lágrima calló por su mejilla. Se mordía el labio y clavaba sus uñas en sus propias manos. Kimi sintió un golpe en el pecho al no recibir mayor respuesta que su amigo en ese estado.- Ey...-le dio un pequeño golpe con la rodilla, pero apenas le desestabilizó. Le contó como pudo toda la conversación que mantuvo con ella, agradeciendo en silencio que su voz le diese ese permiso. Kimi no dejó de mirarle en ningún momento, ni siquiera cuando este hubo acabado de hablar.- ¿Tan mal te sientes?-Sebastian se giró a él aún mordiéndose el labio y con los ojos empañados. Regresó al frente sin ser capaz de contestarle.- No sabía que estaba siendo tan duro. Quiero decir, el otro día andabas bastante extraño, pero no pensé que—
- Ella no se ha dado ni cuenta.-negaba.- L-le dije que no quería que pagase aquello y dio igual, lo de la fiesta, y todo, nunca se ha dado cuenta.
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MAPS
FanfictionTemporada 2014. Necesitaba darle un giro a su vida, y para ello se enfundó en su mejor vestido e ideó el mejor plan posible... un plan que se le iría de las manos y que acabaría llevándola a ella y a su amiga al lugar más deseado de la manera más in...