C78 - Doble o nada

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No fue consciente del tiempo que estuvo sobre las tablas parada como una estatua. Apenas giraba la cabeza para comprobar que estaba sola, y mientras lo hacía intentaba entender qué le hizo pensar a Kimi que sería buena idea volver a besarla.

- ¿Tía?-dio un pequeño brinco al escuchar la voz de Yaiza, que la miraba asustada.- ¿Qué haces aquí? ¿Qué pasa?

- ¿Eh?-apenas tenía energía en el cuerpo que la permitiese hablar en su mismo tono de voz.

- Llevo llamándote desde allí a voces.-señaló el principio del puente.- No contestabas. ¿Qué haces aquí?

- Nada, nada.-se movió un poco hacia delante y Yaiza fue a su lado.- No me encuentro bien.-Yaiza la miró más detenidamente, buscando el punto que debilitase a la chica. Posó su mano en la frente para comprobar si tenía fiebre, pero su temperatura era la normal.- Ando mareada, no te preocupes, no es nada.

- ¿Pero por qué no has ido al hotel? Cómo se te ocurre quedarte aquí, para haberte caído, joder—

- Estaba mareada, no podía moverme.-alargaba su excusa para intentar librarse de la compañía de su amiga.

- ¿Y no puedes llamarme? ¿O llamar a alguno de estos? Sandra, joder.-la cogió del brazo.- Vamos al bus.-no rechistó, y llegó a la parada para subir al autobús de vuelta al hotel, en donde apenas tuvo poder de decisión mientras Yaiza la llevaba al dormitorio.- Tú túmbate o lo que sea, yo te traigo la cena.

- Yai, que no es nada.

- Cállate y métete a la cama. Ahora subo.

- ¿A dónde vas?

- Al buffet.

- No creo que te dejen sacar comida.-no le preocupaba comer en esos momentos, y sin saber por qué, hacía caso a su amiga y se metía en la cama sintiéndose realmente mareada por su propia excusa.

- Tía, trabajamos en lo que trabajamos, si quiero me la suben ellos, no me jodas.-dejó la mochila en el suelo.- Subo ahora.

- Yai, que no hace falta, si me quedaré dormida ahora mismo. –su amiga la miró con insistencia.- En serio. Yo me tomo ahora una Cocacola y me duermo.

- ¿Tienes?

- Sí, en el minibar hay. Vete tranquila. Si me pasa algo te llamo.-le costó convencerla pero al final Yaiza decidió irse a malas repitiendo una y otra vez que tendría su móvil encendido por cualquier emergencia.

Sandra se quedó sola en la habitación finalmente, y cogió aire para levantarse de la cama negándose a dormir o al menos a intentarlo, pues veía otra noche en vela por culpa de Kimi. Fue al baño y se lavó la cara un sinfín de veces hasta que sintió frío en la piel, y se sentó sobre la tapa del wáter a pensar.

Sintió que la comedura de cabeza era mayor que la primera vez, pero que sin embargo su cuerpo actuaba de mejor manera gracias a la ausencia de alcohol recorriéndolo. Ese estado sobrio le permitió darle vueltas a lo que acaba de ocurrir, recreando la escena en su mente, buscando las palabras que le pudieron dar a entender al chico que besarla era la solución de zanjar un tema que volvía a estar abierto a cualquier interpretación.

El haber mentido a su amiga sobre un falso mareo la terminó provocando dicho síntoma una vez se intentó levantar de la tapa y no pudo. Respiró profundamente, y se agarró en el bidé para ponerse en pie y lavarse la cara una última vez, derrotando así al sofoco que se había adueñado de su cuerpo. Salió al dormitorio y miró la habitación como si no la reconociese. Tampoco se reconocía a sí misma mirándose al espejo, y quería saber por qué estaba pasando eso con Kimi y el por qué era incapaz de quitarle importancia como él le pedía.

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