Pensó en irse de nuevo del barco, pero siguió andando hasta la popa ignorando ese deseo repentino de no volver a ver a su amigo. Se sentó en el sofá que quedaba a la sombra, y apenas duró recto unos segundos antes de tumbarse sobre el mismo por miedo a marearse con tantas cosas rondando su cabeza. Se llevó las manos a la cara, y las posó sobre los ojos pidiendo piedad a su propia mente para poder asumirlo todo.
Encogió las piernas, buscando así mayor estabilidad, y recogió sus manos sobre su abdomen para mirar el cielo analizando su situación. Volvía a la idea de marcharse de allí, no había nada en aquel sitio que le ayudase a quedarse, ni nadie con quien poder hablar durante el día. No quería ver a Kimi, volver a tener que pedirle que le dejase en paz, y mucho menos quería ver a Yaiza, con la que no había llegado ni mucho menos a un punto fijo en su conversación. Se debatía entre si dejarse llevar por esos pensamientos o por la razón que le pedía ser fuerte, y sentía que entre el calor y los nervios acumulados apenas podía pensar con claridad.
- ¿Podemos hablar?-alzó la cabeza por la sorpresa de oír allí otra voz ajena a la de su conciencia, y volvió a apoyarse sobre el sofá negando por ver a Sandra. Cogió aire y lo exhaló con la misma intensidad, y se impulsó de nuevo para sentarse sobre el asiento y dejar sitio a la chica, que se sentaba bastante más confiada de lo que esperaba.- No te voy a quitar mucho tiempo—
- ¿Qué más da? No tengo nada que hacer más que controlar mis ganas de matar a alguien.
- Entonces te quitaré todo el tiempo que pueda.-Sebastian la miró negando, sin aceptar que la chica siguiese su comentario.- Mira no te voy a hablar de si has de hacer las paces con Yai o no—
- Vaya, menuda sorpresa.-ella esperó.- Que no vengas a eso, digo. ¿A qué vienes pues?
- Kimi.
- Eso sí que es sorprendente.
- Seb no puedes enfadarte con él por esto.-Sebastian se apoyó sobre el respaldo, guiado por su risa irónica del momento. Sandra no se apoyó pero se giró para mirarle de frente.- Rectifico: puedes enfadarte, estás en tu derecho y es normal que te sientas decepcionado. Pero es tu amigo, y también el de Yai, y no podía decirte nada.
- ¿Por qué? Es que no me entra ¿Sabes?-seguía con su risa irónica.
- Porque aparte de no haber solucionado nada, a ella la habría destrozado. Y no significa que no se preocupe por ti, Seb. Pero es más difícil recuperar su estado de ánimo que el tuyo.
- ¿Lo sabes tú?-se cansaba de su actitud, y se giraba ahora para darle un momento la espalda antes de mirarle otra vez.
- Tal vez no te conozco como me gustaría para poder decirlo, pero sé que conozco a Yai.
- Suficiente para comparar.
- ¿Puedes hacer el favor de parar?-Sebastian mostró cara de asombro.- Mira me parece genial que estés enfadado, pero estoy intentando hablar contigo. Si no quieres hacerlo vete, pero no me tengas aquí intentando contarte cosas mientras tú me tomas por tonta.-guardaron silencio unos segundos, y cuando Sandra hubo controlado su improvisada furia contra Sebastian, decidió seguir hablando.- No te podíamos decir nada, Seb, no sin que ella estuviese de acuerdo.
- ¿No tenía derecho a saberlo? Yo, digo.-buscaba hablar de forma serena, pero la situación le podía.
- Claro que sí, y por eso le he dicho a Yai mil veces que te lo dijese. Era ella la que tenía que hablar contigo, no Kimi o yo. De hecho, Yai ni siquiera se lo contó a Kimi, él nos escuchó hablando por la noche.

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MAPS
FanfictionTemporada 2014. Necesitaba darle un giro a su vida, y para ello se enfundó en su mejor vestido e ideó el mejor plan posible... un plan que se le iría de las manos y que acabaría llevándola a ella y a su amiga al lugar más deseado de la manera más in...