Le costó despedirse de aquella suite en la que quería vivir. Ya iban mal de tiempo, por lo que Sebastian tuvo que tirar de ella más de una vez para no perder el avión. Cuando tomaron asiento y este despegó, Yaiza asumió que no volvería a ver aquella habitación nunca más.
- Era como el paraíso...-exageraba.
- Sí, yo de pequeño soñaba con ir a esa habitación, no al Caribe o algo así.-ignoró el golpe que la chica le daba en el brazo para centrarse en su teléfono móvil. Llegaron al aeropuerto de Frankfurt a las siete de la tarde, como estaba previsto, y entre trayectos y demás esperas, no se plantaron en el hotel de Hockenheim hasta las diez de la noche.- ¿Tienes hambre?
- No ¿Tú?
- Tampoco. Creo que hemos comido demasiado helado esperando al taxi.-Yaiza asintió a la vez que se acomodaba en el mostrador de recepción a esperar ser atendida. Un muchacho apareció a los pocos segundos y les entregó sus respectivas tarjetas, que apenas se distanciaban en cuatro números.- ¿Sigues trabajando para Red Bull, no?
- Sí, es en Hungría cuando me cambian, ya te lo dije.
- ¿Cuándo te dicen el nuevo sitio?-ella se encogió de hombros.- Bueno, pues disfrutemos de lo que tenemos hasta entonces.-fueron hacia el ascensor para ponerse rumbo a la cuarta planta, en donde se metieron en el cuarto de Sebastian sin mucha complicación.- Deberías pedir en recepción que nos diesen un cuarto más grande para los dos.
- Una suite.
- ¿Te han gustado, eh?-ella asintió.- Pues pide una.
- ¿Qué te hace pensar que me la darán a mí? Digo yo que sería más fácil si lo hicieses tú.-Sebastian protestaba con muecas mientras se dejaba caer en la cama. Ella caminaba a paso lento hacia su lado, donde se sentó más relajada. El chico tenía los brazos tapando su rostro, y sus piernas colgaban por el lateral del colchón. Yaiza negaba mirándole.- No me creo que ya estés cansado.
- Me has dado una paliza hoy, bueno, y ayer.
- Todo ha sido idea tuya. Además ¿Qué esperabas? No me voy a quedar en una habitación de hotel viendo la vida pasar.-Sebastian se incorporó con sus antebrazos.
- ¿Pero no decías que era el paraíso esa suite?
- Sí, pero también lo es Alemania, y me tenías que enseñar más sitios.
- Vale, pues ya estamos trabajando, así que nada. Fuera turismo y a descansar.-Yaiza volvió a negar poniéndose en pie. Fue en busca de su maleta y en ella buscó algo que ponerse de pijama. Cuando Sebastian se dio cuenta, la chica se sentaba en la cama con un camisón fino de tirantes en seda de color azul celeste. No lo conocía, y eso le llevó a acomodarse de nuevo en la cama, apoyado sobre su antebrazo derecho pegado a ella.- ¿Por qué duermes con camisetas gigantes teniendo cosas como esta?-no dudaba en tocarlo. La suavidad de la tela le hizo retirar la mano asombrado, pero no tardó en regresar ahora a uno de sus tirantes para juguetear con él.
- Porque no voy a dormir siempre con lo mismo.
- Casi siempre que duermes conmigo duermes sin nada...-el tirante ya no le gustaba, y lo desplazaba por el brazo izquierdo de la chica sin perderlo de vista. Ella fruncía el ceño con media sonrisa.
- Eso es porque contigo no me suelo meter a la cama precisamente a dormir.-Sebastian se sonrió mirándola de reojo, pero regresó de nuevo a su brazo. Lo acariciaba, ignorando ya al tirante que se sostenía sin fuerza a mitad de camino. Yaiza sentía su piel de gallina, pero no dejaba de observarle.- Si quieres a partir de ahora uso de esto siempre, y ya lo de dormir desnuda lo ignoramos.-sin cesar de recorrer su brazo con los dedos, volvió a mirarla de reojo. Esta vez se sonrió negándola.- Me lo imaginaba...

ESTÁS LEYENDO
MAPS
FanficTemporada 2014. Necesitaba darle un giro a su vida, y para ello se enfundó en su mejor vestido e ideó el mejor plan posible... un plan que se le iría de las manos y que acabaría llevándola a ella y a su amiga al lugar más deseado de la manera más in...