C142 - Inventar la cura

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Cuando la dejó marchar aceptaba con ello que volvería a ignorar su petición de no llorar. Se dio cuenta nada más ver a la chica girarse para seguir su camino con un nuevo rastro de lágrimas recorriendo su cara.

Pese a ello no quiso interrumpir su marcha, dejaba que se alejase lo más que podía de ese hospitality del que acababa de salir y al que ahora él miraba con deseos de quemar. Tampoco quería hablar con Sebastian ese instante, imaginando que su estado sería incluso peor que el encontrado en él los últimos días y que, por tanto, sería inútil hacerle entrar en razón frente a cualquier cosa. Decidió darles ese respiro a ambos, dejarles analizar lo que acaban de hacer y provocarles tal caos mientras él volvía a reclutarse en su garaje a escuchar cosas que no le interesaban.

Y eso era algo que Yaiza no tenía intención de hacer en ese momento. Faltaba a su palabra con Kimi respecto a no llorar, lo hacía libremente sin ese miedo característico de Sebastian de poder ser vista, y lo hacía a la misma velocidad a la que caminaba. No iba a ir a Lotus, aunque finalmente la estuviesen esperando como la habían comunicado. Esa vez era ella la que se negaba a hacer nada que empeorase el estado en el que se encontraba.

- ¿¡Yai?!-no escuchaba a Sandra, que se cruzaba con ella acompañada de Lewis y Nico. Los tres la miraban atemorizados por su gesto y velocidad rumbo a la salida del circuito, algo que Sandra pretendía parar.- Yai, Yai, para.-corría hacia su lado para frenarla, tirando de su brazo. Yaiza se separó de ese tacto nada más sentirlo, asustada, mirando a Sandra con lágrimas en los ojos.- Y-yai, qué pasa—

- Ahora no.-hablaba como podía, caminando de espaldas para escaparse de la retención de su amiga, que se negaba a dejarla marchar otra vez.

- No, Yai, ahora me lo vas a contar, el otro día me dijiste que hablarías conmigo y—

- Sandra...-suplicaba sollozando.- ¿Quieres ayudarme?-su amiga asintió veloz.- Ves a Lotus y diles que iré por la tarde. Por favor.

- P-pero Yai, qué pasa—

- Sabes perfectamente lo que pasa.-se encogía de hombros mostrando toda su pena, y otra vez esa media sonrisa sin sentimiento alegre pintaba su rostro. Sandra sintió que su corazón se rompía en mil pedazos, sin entender cómo la imagen de esa mañana podía haberse convertido en lo que veía ahora. Yaiza se daba de nuevo la vuelta para seguir su marcha, dejando a Sandra aún más necesitada de hablar con ella con tal de poder ayudarla. No dejaba de observarla, arrepentida por su nula insistencia, girándose a Lewis y Nico buscando en ellos algún consuelo.

- Ahora hay libres.-Lewis comentaba.- Ves con ella.-Sandra fruncía el ceño mientras que dividía su mirada entre Yaiza y el inglés, que insistía con las manos.- De tu curro no te preocupes, que ya me encargo de inventarme algo, y tranquila que yo voy a Lotus.-la empujaba con la mano.- Vamos, corre, ves con ella.-la preocupación de Sandra se copiaba en el rostro de Lewis y Nico, que insistían a la chica para que no perdiese el rastro de una Yaiza que cruzaba los tornos de salida sin siquiera preocuparse en hacerlo correctamente. Sandra aceptó el consejo de Lewis y salió corriendo tras ella, imitando su gesto de ignorar el curso normal de esos tornos para saltarlos y alcanzarla entrando a un minibús.

Veía como un rayo de buena suerte el que lo tomasen juntas y en soledad, imaginando que a esas horas nadie tomaba uno para abandonar Spa, aunque a Yaiza el ver sentada frente a ella a Sandra lo único que le provocó fue un mayor llanto. Negó, dejándose inundar por sus lágrimas a la vez que Sandra se echaba hacia delante para acogerla en sus brazos cuando Yaiza se vencía desde su asiento. Decidió abandonar el frente para ir a abrazarla desde su lado, ofreciéndole así una ligera comodidad que la tranquilizase en lo que pudiese.

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