C65 - No será fácil

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Kimi volvió a bajar al lugar donde Sandra se escondía, y volvió a encontrarla sentada en el mismo lado mirando por la misma ventana. Estuvo un rato en la puerta, decidiendo si sentarse con ella o dejarla con sus problemas en soledad, pero sentía la necesidad de intentar sonsacarle de nuevo algo para que las dos chicas pusiesen fin a aquel conflicto repentino.

- Si prometes no morder me siento.-no contestó.- Vale, si insistes me siento.-sus bromas no tenían efecto, y Sandra se dejaba hipnotizar por el mar.- No te voy a preguntar de nuevo qué os pasa pero... Estaría bien que me lo contases.

- Kimi, por favor.-él captó el mensaje.

- Lo digo por tu bien. Tal vez te viene bien contárselo a alguien. Seguro que ella está haciendo lo propio con Seb.-ella hizo un ruido que bien podría ser una risa irónica, y Kimi no quiso indagar en eso.- ¿Por qué no me lo cuentas? Sólo dime eso.

- Es cosa suya.

- O sea que es un problema de ella.

- Sí.

- Pero te afecta a ti.

- No sé hasta qué punto, pero digamos que me siento afectada.

- Por qué.

- Porque es mi amiga. Y no para de meterse en líos y ya no sé si pegarla una hostia a ver si espabila.

- ¿Qué tipo de líos?-le miró finalmente.

- Eso es cosa suya.-él lo aceptó y entendió que ya había recaudado suficiente información.

- Sea lo que sea...-dijo al rato de quedarse callados.- Si te preocupa ella deberías no tratarla así.

- No sabes cuál es el problema, por tanto no deberías recomendarme esas cosas.

- Hablo desde la ignorancia en la que me tenéis. Y me mantengo en la idea. Es tu amiga, sea lo que sea que haya pasado no creo que el hablarla y tratarla así la ayude a ella o te ayude a ti.

- ¿Tratarla? ¿Hablarla? –se indignó.

- Bueno, llevas mirándola mal todo el día.

- ¿Me tienes controlada?

- En realidad estaba tan intrigado por vuestra actitud de crías que no me quedaba otra.-el mar volvía a interesarle más que él, y Kimi decidió dejar de mirarla esperando una respuesta para levantarse dando palmadas sobre la mesa.- En fin. ¿Qué hacemos?

- ¿De qué?

- No sé, hasta la cena.

- ¿Y yo que sé? Es tu yate.-Kimi se llevó las manos a la cintura y negó cansado de intentar poner fin a esa actitud.

- Que te den, cuando decidas dejar de ser insoportable subes.-volvió a dar otro portazo y Sandra sintió la necesidad de tirar el botellín que Kimi había dejado sobre la mesa hacía un buen rato hacia la puerta, haciéndole saber que ella podía hacer más ruido, pero decidió quedarse quieta mirando de nuevo por la ventana.

Subió a la cubierta refunfuñando en su lengua natal, y fue en busca de Sebastian al que encontró abrazado a Yaiza. Negó y siguió refunfuñando esta vez ante la escena que tenía delante, y se dio la vuelta dispuesto a irse a algún lado en donde no sintiese ganas de vomitar, pero su amigo se despedía de Yaiza para ir corriendo tras él.

- ¿Qué pasa?

- Que me dais asco.

- Decía con Sandra, pero gracias por tu amabilidad.

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