Había prometido a su amiga el reclutar a Yaiza para la fiesta de esa noche en cuanto la viesen pasar mientras ella cenaba. Cuando Sandra salía del buffet, con un rostro de relajación una vez su apetito estuvo saciado, el ver a Dani y Lewis con cara de circunstancia le ponía el estómago de patas arriba.
- Qué pasa...-temió saber. Dani decidió dejar a Lewis hablar.
- No hemos podido pararla.
- Cómo que no, oh, venga, es domingo, tenemos que—
- Iba llorando.-no supo por qué, pero no esperaba oír eso pese al rostro obvio del chico.- Queríamos disculparnos antes por lo del otro día, pero no quería parar, y bueno, iba llorando.-pausó. Sandra sólo esperaba que las cosas no estuviesen tan mal como se imaginaba. Sobre todo sabiendo que Sebastian aún no habría salido del circuito y que un posible encuentro entre ambos podía ser la causa de su mal.- Querría haberla parado... Pero pensé que tal vez forzarla no era buena idea.-Sandra asintió.
- Gracias...-pensaba en qué hacer, sin obtener una solución.
- ¿Por qué no subes a hablar con ella? Tal vez—
- No...-sólo se le ocurría una cosa.- No soy yo quien debe.-recuperó su mirada, perdida, para enfocar a sus amigos.- ¿Kimi ha vuelto?-negaron sin mucha seguridad.- Voy a comprobar, pero si aparece—
- Le decimos lo de Yai.-adelantó Dani. Ella asintió, subiendo a la planta del chico para confirmar lo que ambos habían imaginado. El finlandés no había llegado aún al hotel, retrasándose desde ese instante en el que Sandra golpeaba la puerta en unos diez minutos. Iba al teléfono, hablando con un mecánico de su equipo al cual había visto antes de salir y que parecía insistente en comentarle algo. Divisó a Lewis y Dani acercándose a él con la suficiente antelación como para plantarles la palma de la mano delante y pedir calma. Ellos aceptaron hasta que colgó.
- Ya ni hablar por teléfono me dejáis—
- No hemos dicho nada aún.-reprochaba el australiano.
- Pero lo harás.-miró la hora en su móvil.- ¿Qué hacéis que no estáis de fiesta?
- Vamos luego.-informó Lewis.- Te pasarás ¿no?
- Supongo.-no estaba tampoco especialmente ilusionado.- Ahora voy a cenar, y me gustaría hacerlo de forma solitaria, cual ser deleznable.-les espantaba con la mano.
- ¿Tienes mucha prisa?
- Pues...-temía responder a Dani en ese momento.- Depende para qué.
- Yai.-Lewis fue tajante, siéndole suficiente al chico, que iba cambiando el gesto de su rostro.- Ha llegado llorando, no hemos podido ni pararla. Sandra ha dicho que subas a verla cuando puedas.
Kimi tardó en asentir, culpando al malestar que sintió por ello. La cena iba a tener que esperar, eso lo tenía claro, y más si el motivo era su amiga.
Mientras se despedía de los dos chicos, que ahora hacían tiempo hasta que llegase Nico, Kimi fue al ascensor caminando con cierta pausa. Algo le decía que el enfrentarse a lo que le pasase a la chica le iba a dejar más tocado de lo que imaginaba, sobre todo porque sólo encontraba un posible motivo por el cual Yaiza hubiese podido llegar hasta el hotel llorando.
Una vez en su planta, dudó en si primero debía llamar a Sandra para idear qué hacer con ella, pero recordando las palabras de Lewis, la chica había insistido en que fuese directo al cuarto al que ahora llamaba. Se imaginaba el estado de su amiga, impidiéndose a sí mismo por ello el golpear la puerta con la severidad que lo solía a hacer. Tocó suave, como si le estuviese susurrando que era él, que le abriese. Sabía que era algo que funcionaba, pues la chica no habría abierto la puerta a nadie que no fuese él, y así lo demostraban sus ojos rojos rodeados de lágrimas y su rostro angustiado.
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MAPS
FanfictionTemporada 2014. Necesitaba darle un giro a su vida, y para ello se enfundó en su mejor vestido e ideó el mejor plan posible... un plan que se le iría de las manos y que acabaría llevándola a ella y a su amiga al lugar más deseado de la manera más in...