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C133 - Puesta en marcha

Sabiendo lo que se les venía encima, ninguno quiso alargar el momento de irse a dormir para poder descansar de cara al sábado. Todos cayeron rendidos en sus camas gracias a los viajes que habían realizado a lo largo del día y que les habían dejado trastocados. Sólo Sebastian tuvo que aguantar con más dificultades el momento de irse a dormir por culpa de los nervios e insistencias de Yaiza, que suplicaba con énfasis al chico el ver su disfraz.

Negado a la idea, consiguió convencer a la chica para dormir pronto haciéndola pensar en que cuanto antes se despertasen, antes podría verlo. Como si fuese una niña esperando la visita de Papá Noel, la chica se durmió abrazada a la almohada con más ganas de que llegase el sábado que cualquiera de los allí alojados.

Pese a que el despertar suponía la cercanía del gran evento, el oír golpes en la puerta no terminó de ayudarla a amanecer de buen humor. Miro de reojo a Sebastian, que ni se inmutaba bajo su almohada de que aporreaban a la puerta. Fue hacia la entrada llevándose todo por delante debido al estado soporífero en el que se encontraba, y cuando abrió la puerta no se preocupó mucho en refunfuñar a Dani.

- Pero qué haces...-sollozaba. Dani reía.

- Darte una buena noticia, mujer, anímate.

- Dani, es prontísimo...-el chico la miró extrañado.

- Pero si son las doce de la mañana.-Yaiza buscó despertarse para no hacer el ridículo.

- Oh.-tosió.- D-dime.

- Va, vístete rápido, vamos a organizar las cosas para la fiesta.

- ¡¿Yo?!-se emocionó. Dani asintió.

- Sí, corre.-le hizo caso y fue a paso ligero hacia el interior del cuarto. Empezó a buscar algo que ponerse, y mientras daba saltos enfundándose en sus shorts, se quedó mirando la enorme caja que contenía el disfraz de Sebastian. Se giró hacia la cama para ver que seguía abrazado a su almohada, en dirección hacia ella con un brazo colgando por el borde del colchón. Se sonrió yendo de puntillas hacia la caja, pero no pudo ni siquiera tocarla.

- Te veo...-susurró. Yaiza dio un brinco, girándose a él.- Ni se te ocurra...-apenas se le entendía, pero para Yaiza fue suficiente su orden. Negó refunfuñando para ir a por su móvil, saliendo tras ello del cuarto sin despedirse de un Sebastian que volvía a dormir como un niño.

- Cuál es el plan, dime.-daba saltos mientras cerraba la puerta.

- Hemos de ir a buscar a Nico, y bajar al salón de actos.

- ¿Nico?

- Sí.-chasqueó los dedos.- Nico, el otro, no Hülk.-Yaiza asintió entendiendo.- Deberías empezar a llamarle como todos.

- Después de tantos meses es difícil cambiar la costumbre.

- Pero nos lías a los demás.-la empujó hacia el ascensor.

- Calla, dime la planta.

- La segunda.-pulsaron el botón que les llevaba una planta más abajo. Fueron hacia la puerta de Nico, que salía del cuarto tan emocionado como Yaiza.- Estáis más nerviosos que Hülk.

- Calla.-Nico le mandaba callar, y Dani miraba a Yaiza recordando que ella le había mandado lo mismo segundos atrás. Los dos se daban un abrazo efusivo en señal de saludo, dejando a Dani impaciente al lado.

- Deberíamos estar en el salón de actos hace diez minutos.

- Ay, deja de agonizar, que viven de nosotros este finde.-Nico le protestaba mientras echaba a andar.