C46 - Golpe general, segunda parte

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No se arrepentía de haber cerrado la puerta tras ella. Había conseguido controlar sus impulsos por segunda vez, y volvía a estar serena en el cuarto sin haber soltado una lágrima, ni siquiera frente a él, ni siquiera frente a Sandra.

Fue a la terraza y se apoyó con a las manos en el frío mármol que rodeaba la misma. Cogió aire, y pese al olor del agua salada del mar, disfrutó de ese segundo como si fuese el último. Se sentó en la silla, y allí siguió pensando en todo lo que estaba pasándole. Se preguntaba quiénes lo sabrían, y daba por hecho que Nico estaría entre ellos, porque Sandra habría acudido a él en primera instancia. Luego obviamente este se lo había dicho a Lewis, y ahí ya dejaba de dar nombres. Pensaba en Kimi, y en si tal vez alguno de ellos le habría ido a comentar algo. E incluso en Jenson y Jessica, que pretenderían hacer el papel de padres con ella.

Llamaron a la puerta y supo que ahora descubriría a otro de esos enigmáticos nombres, aunque finalmente no se llevó tanta sorpresa.

- Pensaba que no ibas a aparecer.

- No es que me haga mucha gracia hacerlo para esto.-no la pidió permiso, nunca lo hacía. Pasó y se sentó en la cama.- ¿Me explicas la gilipollez?

- Me quiero ir y me voy a ir. Fin.-Kimi rió con tanta ironía que ella se ofendió.- No sé qué más quieres.

- Que dejes de hacer el idiota.

- En dos días ya no me verás hacerlo, no te preo—

- No te vas a ir.

- ¿Me vas a secuestrar?

- Si hace falta, no lo dudes.-ahora ella reía, pero con total sinceridad.- ¿Te hace gracia?

- Sí, siempre me has hecho gracia.

- ¿En el buen sentido o en el malo?

- En el bueno, ya lo sabes.-se sentó a su lado, y Kimi la miraba con lástima.

- No te vayas.

- He de hacerlo...

- No, has de mandarles a la mierda a todos. Pero no irte.

- Es horrible todo esto, Kimi... Acaba de estar Lewis aquí y se me partía el alma.

- ¿Ves? Más motivos. Imagina tres almas rotas deambulando por el mundo. Peor, imagina a los tres conduciendo un coche a 300 por hora.-ella sonreía negando.- Yai, no puedes irte ahora.-le daba todo tan igual que no dudó en abrazar al chico y darle un beso en la mejilla, y él estaba tan decaído que ni se lo echó en cara.- Yo te dejo que me beses todo lo que quieras, pero de aquí no te mueves.-rió fuerte y no se quiso separar de él. Kimi pasó su brazo por encima e intentó mostrarse desde entonces lo más amable que pudiese con ella, para al menos por su parte retenerla el máximo allí con ellos.- He de irme.-ella puso morritos.

- ¿Te veo luego? Para cenar, por ejemplo.

- Vale.

- Así aprovechas, que me quedan sólo dos días.-la miró con tanta rabia que la chica fue corriendo de nuevo a abrazarle para que se le pasase el repentino cabreo que mostraba. Le dejó marchar al verle más animado, y esperó con ganas la hora de la cena.

Sin embargo el chico tenía cosas que hacer antes de reunirse con ella, y esperaba con muchas ganas cumplir su parte del nuevo trato con Sandra, pues esto supondría un paso de gigante en el plan de todos para que Yaiza se quedase.

Despotricaba contra ella mientras daba vueltas por el hotel antes de volver al circuito. Se preguntaba si en realidad estaba tan mal o si lo hacía por llamar la atención. Pero se acordó del último llanto de la chica y de su mirada hacía un rato y sabía que tenía que estar muy desesperada para querer irse de allí. Tan desesperada como para que él estuviese dando su brazo a torcer para ir a hablar con la última persona a la que quería ver.

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