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C176 - Dentro de la gravedad...

Tristemente, se imaginaba que algo de eso podía haber pasado. Cuando vio a Lewis y Dani inspeccionando lo que quisiese estar pasando en el buffet, nada positivo pasó por su cabeza.

Nico subía hacia su planta despotricando en silencio contra su amigo Dani y el altercado sufrido en el hall del hotel. No le apetecía ni hablar con él ni con el inglés, y mucho menos viendo que ninguno parecía querer ceder ante una idea que él veía como la correcta. Cuando las puertas de su ascensor se abrieron lo único de lo que tenía ganas era de meterse en su dormitorio y esperar a que al día siguiente sus colegas no estuviesen tan empeñados en salvar al personal como les había visto.

Dejó la maleta donde el enfado le permitió. Se sentía bastante frustrado al no haber conseguido lo que se había propuesto al empezar a escuchar a Lewis y Dani, y ahora sólo se le ocurría una forma de parar aquello. Cogió el móvil y llamó a Sandra, sin obtener respuesta. Necesitaba saber cuál era su habitación, así que bajó a recepción para preguntar de forma fugaz sin pararse a comprobar si Dani o Lewis seguían allí. Una vez la hubo averiguado, subió a la planta para recibir el primer contrapié.

- Ah, ok.-el propio Nico daba por perdidas sus intenciones al ver que Kimi estaba próximo a llamar a la misma puerta a la cual él tenía intención de acudir. El finlandés miró a los lados sin entender del todo su expresión.

- ¿Eh?-preguntó. Nico negaba con la mano, se encogía de hombros, y pretendía girarse todo a la vez.

- Que nada, nada, si vas tú a hablar con ella, ya vengo yo—

- ¿Qué pasa?-cortó. Nico no sabía muy bien qué decir.

- Nada, nada, quería hablar con Sandra.

- Ya somos dos.

- Por eso, que vengo mañana—

- Puedes pasar, creo que te interesará.-propuso. Nico dio unos pasos al frente, asombrado.

- No sé por qué mi conciencia me dice que te tema.-Kimi se encogió de hombros.

- Culpa a tus amigos.-fue a llamar, precipitándose el alemán.

- Alto, alto...-frenó.- ¿Es por Lewis y Dani?-asintió él. Esperó.- Es por algo en especial, o...-Kimi bufó.

- Si vas a defenderles mejor que vengas mañana, sí, porque—

- Eh, no, si es por lo de que te están dando caña con lo de Seb, venía a hablar de eso con ella.-a Kimi le sorprendió tanto el oírle decir eso como la presencia del propio Nico. Se había exaltado considerablemente al sentir que ambos iban a la misma cosa, sin sentido alguno. Kimi frunció el ceño sutilmente y asintió poco a poco.

- Ok... No sé exactamente qué venías a hacer pero—

- Tú llama.-Se puso con los brazos cruzados, en pose natural, frente a la puerta. Kimi tardó unos segundos en dejar de mirarle para llamar. La sorpresa del finlandés se transfirió por el manillar de la puerta hasta Sandra, que abría al otro lado y se quedaba petrificada ante la imagen. Nico sonrió de forma pacífica, y Kimi simplemente esperaba que les diesen acceso. Sandra en cambio tardó hasta en pestañear. Lo hizo de forma continuada, asomando la cabeza al pasillo para mirar a ambos lados y empezar a intrigar a los dos chicos. Recuperó la chica la postura, mirándoles. Y acto seguido, cerró de un portazo. En apenas tres segundos, los dos chicos se giraban a medio torso el uno al otro para compartir el nulo entendimiento, volviendo al frente cuando la puerta la abría Yaiza también desde dentro. Ella también desorbitó los ojos, algo que era difícil viendo su estado crítico.