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C12 - Viejos tiempos

Yaiza se cruzó de brazos mientras Sandra y Nico se fundían en un abrazo tímido delante de todos los trabajadores de Mercedes. El recepcionista, que era el mismo, miraba a la pareja negando con la cabeza y riéndose, y Yaiza, que conectó con él, le asintió dándole la razón. Tras más carantoñas que más que románticas eran pillas, Nico fue a Yaiza y la dio un abrazo y dos besos muchísimo más recatados.

- ¡Hombreee!-burló Yaiza cuando él se le acercó, como si no le hubiese visto, y Sandra se rio sin saber por qué, tal vez abrumada por volver a ver a Nico. El chico se puso a preguntarlas todos los detalles sobre su estancia en Red Bull, y después de que ambas le dijesen unas diez veces que no habían encontrado nada raro que pudiesen contarle, este desistió, y más cuando Lewis bajaba por las escaleras con cara de haberse despertado. Ellos estaban de frente, y mientras Yaiza le miraba, Nico hacía un gesto a Sandra como si recordase algo que tenía que contarla. Lewis levantó la mirada, pues iba mirando el suelo y las vio allí plantadas, y tan sorprendente como en Melbourne pero tal vez más tranquilo, sonrió.

- ¡Hola!-le dijo a Yaiza, y esta volvió a sentir que sus piernas se doblaban.

- ¡Ho-hola!-respondió.

- ¿Todo bien?

- S-sí, aquí...-hizo un gesto inconsciente señalando a Sandra, provocando que Lewis la mirase y saludase posteriormente. Ella respondió con amabilidad.

- Bueno, mejor aquí que en otro lado.-rió, algo que ella imitó sin saber siquiera a qué se refería. Otra vez esos nervios tontos, como si le viese por primera vez.- Nos vemos ¿Vale?-se despidió de los tres y salió por la puerta.

- ¡Jo-der!-dijo Sandra, y sólo Yaiza entendió ese grito. Lewis estaba demasiado guapo, y pese a que ese día no llevaba su chaqueta de cuero negra, los pantalones negros vaqueros y su polo de Mercedes le quedaban igual de bien. Nico reía ignorante pensando que su chica se sorprendía de la actitud del inglés.

- Hablé con él.-dijo el alemán.

- ¿Y por qué no me lo dijiste?

- Porque lo hice en el vuelo, y no hemos hablado hasta hoy.-Sandra le pareció razonable la excusa y le llevaron a la zona de descanso para que les contaste todo.- A ver, no hemos hablado de nada en especial, pero a veces te he mencionado -miró a Yaiza.- y no reaccionó mal. Antes ni siquiera me atrevía a hacerlo.

- Es un paso.-dijo Sandra, pero Yaiza se sentía decepcionada, pues esperaba que hubiese dicho algo más.

- Pero hay más. No hemos hablado de ti como tal, pero he sacado ciertas... actitudes.-ellas miraban atónitas.- Le dije que te estaba escribiendo –miró a Sandra- aunque no lo hacía, para sacar el tema, y me preguntó que dónde habíais estado hasta llegar a Kuala Lumpur... Y le dije Red Bull, claro.-Yaiza sintió otra patada en el estómago, como la que había recibido al ver a Lewis delante suya, y suplicaba a Nico que contase ya su reacción.- Puso una cara que, madre mía.

- ¿Cómo? ¿Cómo?-madre mía no era una explicación útil.

- No volvió a hablar en todo el vuelo, puso una mueca de desprecio y se quedó dormido.

- Oh...-Yaiza esperaba otra cosa. Por el estilo, pero que no incluyese desprecio.

- Desprecio hacia ellos, hacia... Seb. No hacia ti. Supongo.

- Supongamos eso.-dijo Sandra tranquilizando a su amiga, que ponía una mueca parecida a la que Nico vio a su amigo en el avión.

- Está más animado, yo creo que pronto estaréis como antes.