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C21 - Empezar de nuevo

El avión era tan cómodo como el de la ida, pero esta vez las sensaciones eran muy diferentes. Nico dormía pero Sandra no podía pegar ojo. El haber arreglado de esa forma las cosas con el chico planteaba en ella un sinfín de dudas sobre el destino de su relación. "Sin presiones", pensaba, e intentaba averiguar cómo mirar a Nico sin sentirse presionada por su propia conciencia.

No durmió en ningún minuto del vuelo, y cuando llegaron a China, sus ojos apenas se mantenían firmes. Nico había dormido como un niño, pero no se despertaba como tal, algo que era habitual en él. Estaba más sereno que nunca, como si hubiese decidido perder su inocencia de un día para otro. Tras frotarse los ojos para ver bien miró a Sandra y la sonrió.

- ¿Has dormido?-la mueca de Sandra dejó a Nico que interpretase como quisiese esa respuesta, y él entendió que a lo mejor había descansado un poco, pero no suficiente. Aun así ella le devolvió la sonrisa.

Se quitaron el cinturón cuando el piloto anunció que habían aterrizado, y al ratito estaban saliendo por el túnel rumbo a la terminal. Habían viajado con la ropa justa, y el contraste con el clima de aquel aeropuerto provocó que Sandra temiese coger un constipado. Nico sacó rápido una chaqueta de su maleta de mano y se la puso por encima, y el temblor de Sandra le impidió rechazarla, mientras que su cuerpo le agradecía no haberlo hecho.

Fueron hacia la calle después de encontrar a la persona que se encargaría de llevarles las maletas al hotel, y allí esperaron al coche que les acercaría hasta allí. El hotel volvía a ser compartido entre pilotos y prensa, y viendo lo grande que era, Sandra aseguraba que seguro que podrían venir unos cuantos equipos más si quisiesen.

La habitación de Sandra, y por tanto la de Yaiza estaba en la primera planta, y sin embargo la de Nico estaba en la tercera. Una vez hablaron con un mecánico de Mercedes que pasaba por allí y que se paró a ver a Nico descubrieron que la escudería compartía planta con Red Bull y con Toro Rosso, además de Lotus. Nico acompañó a Sandra a la primera planta, en la que sólo había personal de prensa o de la FIA, y allí esperó hasta que ella abrió su puerta. Tardó en hacerlo porque la tarjeta daba bastantes problemas, y se acordó de su amiga, que era incapaz de hacer esas cosas a la primera. Abrió la puerta y se giró para ver a Nico, que la miraba con media sonrisa.

- Te veo luego.-se acercó a ella y la dio un beso, y ella quiso retenerle un rato más, pero fue tan corto que apenas pudo sentirlo del todo. Nico se marchó y ella entró al cuarto. Eran apenas las nueve de la mañana, pero tenía tanto sueño por no haber dormido que se quedó tumbada en la cama y no hubo forma de despertarla hasta la tarde, cuando el chico volvía a llamar para ir a dar una vuelta.- ¿Mejor?

- Sí...-dijo ella aún adormilada. Se pegó una ducha rápida mientras el chico jugueteaba con el ordenador de Sandra, y esta apenas tardó diez minutos en salir completamente arreglada.

- ¿No tendrás frío?-se preocupó al verla en tirantes, ella negó sin ganas. Aun así cogió una chaquetilla y la metió en su bolso antes de salir. También se acordó de coger su pase de trabajadora de la FIA.

Podrían haber pasado la tarde por los alrededores del hotel, pero decidieron ir a circuito para que Nico se lo enseñase a Sandra. Tardaron bastante, pues estaba alejado del hotel, y como aún no había autobuses personales tuvieron que coger un taxi.

Llegaron y Sandra pidió a Nico que le llevase hacia la FIA, pues quería coger los papeles para ver si necesitaban su ayuda durante el próximo día. Nico esperó a que la chica saliese, y lo hizo con un montón de carpetas llenas de papeles y una cara de pocos amigos. Él rió y agradeció ser piloto y no periodista, y también agradeció que la chica no intentase explicarle todo lo que suponían esas hojas que cargaba.