C41 - Trabajo y placer

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Yaiza consiguió evadirse de sus propios recuerdos para disfrutar de lo que quedaba de la noche. Bailó con Nico, al que no guardaba rencor por la conversación mantenida, y de vez en cuando iba hacia el otro chico para animarle a saltar con ellos en el centro de la pista. Este prefería quedarse sentado, pese a las insistencias de Yaiza, y tal vez eso fue lo que provocó que la fiesta cayese en picado a eso de las tres y media de la mañana.

Pese a que Nico insistía en que se quedasen, y se disculpaba por su actitud pasiva de aquella noche, los otros dos chicos no cedieron y agarraron al de Force India para salir del local e ir al hotel de vuelta. Llegaron al hall, y allí pretendieron despedirse con total normalidad, pero tanto Nico como Yaiza se dieron la vuelta en seco del problema al comprobar que el otro chico se quedaba plantado en medio del pasillo. No tenía habitación hasta pasadas las cinco, recordaba, y tanto Nico como Yaiza se lamentaron al no haberse dado cuenta. Ella fue más rápida, y ofreció al chico subir a su cuarto. Él negaba rotundamente, y pese a que buscaba en su amigo una ayuda que parecía no llegar, no tuvo más remedio que ceder a sus insistencias y cinco minutos más tarde estaba en su cuarto.

- Me pongo el móvil en sonido para cuando me llamen de la recepción.-prometía, haciéndola saber así que no se quedaría allí. Pero Yaiza le cogió el teléfono antes y lo silenció.

- Deja de hacer el tonto, ya irás mañana, a mí no me molesta.-quiso decirle que a él sí, pero optó por tragar saliva. A poco más se ahoga cuando Yaiza le ofreció dormir con ella. Él se estremeció tanto que no pudo pasar desapercibido.- A mí no me molesta.-repitió otra vez, y él aguantó sus ganas de decirla que a él sí de nuevo.- Es una cama enorme, venga.-le animó. Él no aceptó, pero puesto a que tampoco lo rechazó no le quedó más remedio que quedarse allí sentado. Ella se metió al baño y en dos minutos salió con un pantalón de pijama diminuto de color negro y una camiseta del mismo color y de talla masculina sin ningún decorado. Se plantó frente al espejo, y se pasó un cepillo por su larga melena, dejándolo prácticamente sin forma al final. Cogió una toallita y se empezó a desmaquillar. Cuando acabó, se giró a él.- Y este horror que ves soy yo en la realidad.-burlaba, y si ella fuese capaz de leer la mente habría oído a Nico asegurar que seguía siendo tan preciosa como antes. Retiró la mirada de la chica, que se metía a la cama, y él decidió hacer lo mismo para intentar quedarse dormido lo antes posible.- ¿Vas a dormir así?-reía ella. Él se giró hacia Yaiza sin saber a qué se refería.- Con los vaqueros y las deportivas.-ni se había dado cuenta de ese detalle, y buscaba aparentar normalidad.

- Oh, sí sí.-ella abrió los ojos más y siguió riendo.

- ¡Nico!-le dijo con tono canturreado, y él hizo como que sonreía, y acto seguido se quitó las deportivas poco a poco y sin saber cómo, se empezó a quitar el vaquero. Dio las gracias al comprobar que Yaiza no le había mirado, pues cuando se tumbó ella estaba de espaldas a él, entrando en su profundo sueño, algo que a él le costó varias horas.

En Barcelona sin embargo seguían despiertos, y Sandra jugueteaba con el portátil de Kimi mientras este veía cómo el efecto de la bebida se esfumaba por sus poros debido al sin vivir en el que le tenía la chica.

- Ya lo has mirado cinco veces.

- Pero seguro que hay otra forma de ir.-comprobaba una y otra vez la mejor manera de llegar al Circuito de Jerez.

- Sandra, vamos a ir en taxi, joder, qué más da.

- ¡Yo no quiero ir en taxi!-insistía, y no soltaba el portátil del chico, que descansaba sobre sus vaqueros y ella sobre la cama, en la cual se había subido inconscientemente.

- Pues te vas andando, pero yo voy a—

- Mira, hay un bus desde unas calles al lado del hotel que lleva.-él negó y puso los ojos en blanco, yendo hacia la salita a por la botella a la que dio un trago seco.- Vale, pues ya está todo...-dijo terminando de apuntar en su teléfono.

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