C79 - Sin control

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Dudó varias veces en si debería ir en busca de Dani, Nico o Sebastian para hablar de lo que acababa de hacer, y sólo el recuerdo de que tres personas estaban al tanto de todo le hizo esconderse en su cuarto para esconder su secreto. Caminó un poco por su dormitorio fingiendo que recogía cosas, pero lo hacía con los ojos tan abiertos que ni siquiera podía pestañear de forma involuntaria.

Se metió en la cama e intentó dormirse tan pronto como se tapó con las sábanas, y procuró no darle vueltas a la idea de que esta vez había sido ella la que había continuado el juego con Kimi. Sintió que lo había conseguido cuando se despertaba por la mañana y no recordaba la hora en la que cayó rendida. Tristemente, el recuerdo siguió con ella durante la ducha, y puesto que era viernes, no podría aprovechar una mañana ausente para debatir consigo misma. Intentó contactar con Yaiza, pues el hecho de que ella no supiese nada pensó que la ayudaría a no pensar si se juntaban, pero la chica desayunaba en el buffet sin hacer caso al móvil, que vibraba en silencio en el fondo de la mochila.

Removía su café mientras intentaba no quedarse dormida, y sólo la entrada de Sebastian la hizo despertar un poco. Fue a llamar su atención alzando la mano al aire, pero recordó que aún estaban en una situación bastante crítica pese a que consiguiesen normalizarlo al final de la tarde. El chico pareció pensar lo mismo, y cuando la vio se acercó sin mucho atrevimiento a la mesa. La sonrió con timidez mientras se sentaba, y ella hizo lo mismo.

- Ayer desapareciste del circuito.-ella asintió.

- No tenía nada que hacer, así que me volví pronto al hotel... -el chico asintió.- ¿Tú trabajaste mucho?

- Sí, bueno... Estuvimos hablando hasta tarde.

- ¿Y cómo se presenta la cosa?-cogió aire.

- Creo que bien, pero... No sé hasta qué punto.-le asintió como respuesta y ambos guardaron un silencio estúpido mientras retenían la mirada.- Oye—

- ¿Sí?-agradeció tanto que hablase que ni siquiera le dejó continuar. Él rió.

- Se me había ocurrido que podríamos ir a cenar esta noche.

- ¿En serio?

- Sí, bueno, te gustaba Canadá ¿No? Tampoco podemos ver mucho pero... La zona es bonita, y conozco algún restaurante que está bastante bien.-Yaiza sonrió, y por contagio él hizo lo mismo. Fue a responderle lo encantada que estaba de poder ir a cenar con él, pero su sonrisa se borró lentamente al ver que Lewis se acercaba a ellos. Otra vez el inglés apareciendo cuando menos debía. Yaiza no sabía cómo reaccionar, algo que se complicaba en un periodo de tiempo tan breve como aquel, y no quería que Sebastian volviese a explotar.

- Hola –Sebastian se sorprendió al oírle y se giró a mirarle, Lewis intentaba mostrar tranquilidad.- ¿Podemos hablar?-miraba a Yaiza, que apenas se movía. Sebastian giró su mirada a la chica, y tras buscar serenidad habló.

- Yo me voy.-no lo dijo a malas, e intentó mostrar media sonrisa a la chica como despedida, pero Lewis volvió a interrumpir.

- No, no, también quiero hablar contigo.-Sebastian se quedó a medio levantar.- Sólo será un minuto.-el alemán se dejó caer en el asiento lentamente y miró a Yaiza, que observaba a Lewis nerviosa, sin saber qué quería decirles. El inglés se sentó.- La cosa es que necesito pedirte algo -miraba a Yaiza.- pero me gustaría que tú lo supieses –miró a Sebastian.- porque bueno, no quiero que haya más problemas.-ambos se mantuvieron en silencio, dándole así paso. Volvió a fijarse en Yaiza.- Es... Sobre Nicole.-el rostro de Sebastian mostraba tanta sorpresa que ambos se dieron cuenta nada más el chico alzó las cejas alterado. Yaiza apenas se inmutó por oír el nombre de la otra chica, y volvió a mirar a Lewis expectante.- Verás, está aquí, pero después de lo de la última vez como que desconfía un poco.

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